“El mundo no se cambia solo”, ha razonado la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera. Lo ha hecho durante la presentación del informe sobre Cambio Climático y Desarrollo Sostenible en Iberoamérica, en la que ha estado acompañada por Rebeca Grynspan, secretaria General Iberoamericana. La dirigente costarricense ha puesto el foco en el cortoplacismo que influye […]
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| 14 mar 2019
“El mundo no se cambia solo”, ha razonado la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera. Lo ha hecho durante la presentación del informe sobre Cambio Climático y Desarrollo Sostenible en Iberoamérica, en la que ha estado acompañada por Rebeca Grynspan, secretaria General Iberoamericana.
La dirigente costarricense ha puesto el foco en el cortoplacismo que influye en las decisiones políticas. Desde su punto de vista “no hay incentivos para el largo plazo”, lo que desencadena que se dejen de tomar medidas en el presente. Grynspan ha explicado que los políticos “no van a estar ahí cuando lleguen los problemas“, lo que no es razón para no realizar acciones concretas.
En todo caso, cree que las regiones de la Península Ibérica y Suramérica tienen la ventaja de contar con un importante respaldo social para actuar frente al cambio climático. Según las cifras de la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB), el 71% de la población da prioridad a las actuaciones dedicadas a frenar el impacto del ser humano en el medio ambiente sin importar el coste económico.
De esa forma, cree que los principios de los ciudadanos tendrán mucho que ver con las estrategias de los gobiernos y de las empresas. “Las empresas que sobrevivan serán las que alineen sus valores con los de la sociedad”, ha explicado Grynspan.
Por su parte, Ribera ha subrayado la necesidad de señalar los aspectos positivos de la reacción, de manera que se sigan incentivando acciones futuras. No obstante, señala que hay que tener conciencia de los problemas. En particular, ha destacado la influencia de la movilidad y el transporte sobre las emisiones contaminantes.
Mientras que la media en el resto del mundo alcanza el 21%, en España supone el 27%, y en Latinoamérica, el 30%, por lo que la transformación movilidad se muestra como uno de los ámbitos prioritarios.
Por otra parte, recalca el papel de organizaciones como SEGIB para movilizar al resto de actores. Grynspan coincide en ello y en la necesidad de reunir a todos los sectores para dar una respuesta conjunta a los problemas.