Más allá de las innovaciones que ha llevado a la escena argentina y que le valieron el reconocimiento internacional a su Gobierno, Mauricio Macri no ha logrado cambiar un fenómeno clásico: las turbulencias sociales, económicas y políticas de los meses previos a una elección presidencial. El mandatario liberal, primero que no emerge de los tradicionales […]
InternacionalDirigentes Digital
| 17 abr 2019
Más allá de las innovaciones que ha llevado a la escena argentina y que le valieron el reconocimiento internacional a su Gobierno, Mauricio Macri no ha logrado cambiar un fenómeno clásico: las turbulencias sociales, económicas y políticas de los meses previos a una elección presidencial.
El mandatario liberal, primero que no emerge de los tradicionales partidos políticos locales, culmina este año su gestión e intentará mantenerse en el cargo otros cuatro años. El escenario doméstico, cargado de datos negativos, cuenta con aderezos extra de un contexto global de desaceleración.
Así, “la economía de Argentina continuará sujeta a cimbronazos hasta que se empiecen a definir las candidaturas para las elecciones de octubre”, dijo en la primera semana de abril (con el riesgo país en máximos) Gabriel Torres, de la agencia de calificación Moody’s, en una información de la agencia Reuters.
Tablero de fondo
Faltando aún por definirse los otros actores principales de la puja, las posibilidades hasta ahora son la ex presidente Cristina Fernández (actualmente con varias cuestiones en la Justicia), el economista Roberto Lavagna (reconocido por haber rescatado al país del crack de derivado de 2001) y Alfredo Olmedo (un outsider ultraconservador a lo Bolsonaro).
Mientras que la continuidad de Macri es vista por organismos internacionales e inversores como una cierta garantía para la implementación de las reformas estructurales en marcha, las otras opciones -excepto, tal vez la de Lavagna, que ha cosechado respetos internos y externos- aparecen como sinónimos de más volatilidad.
Moody’s estima que este año la economía argentina se contraerá 1,5%, con una inflación de 35%. El FMI calcula -1,2% y 30,5%, respectivamente, al tiempo que el Banco Mundial (BM) proyecta un decrecimiento de -1,3% y una inflación “alta pero contenida”. Fuentes privadas, en tanto, estiman que los precios podrían subir este año hasta un 39%.
“Buenas noticias”
“Estamos empezando a ver que el programa realmente funciona”, dijo por su parte Christine Lagarde el jueves (11) al anunciar, en la apertura de las reuniones de primavera del FMI y el BM, que tenía “dos buenas noticias” para Argentina.
“La primera, es que la economía argentina está a punto de tocar fondo para después recuperarse y la segunda es que se ha realizado un arduo trabajo con la protección social como una prioridad”, aseguró la presidente del FMI, llamando al Gobierno a alcanzar el déficit cero este año.
En referencia a las elecciones, Lagarde dijo que sería “una tontería” si cualquiera de los candidatos que van a disputar las elecciones “diera la espalda al trabajo que está en marcha”, puesto que ello significaría desestimar “la confianza de los inversionistas y el crecimiento sostenible”.
Por último, Macri dijo este lunes (15) que la inflación marcará “un pico” en marzo, pero que su equipo implementará medidas “para avanzar y erradicarla”. “Salir de 80 años con una inflación de 62,6% no es tan fácil”, dijo el mandatario, al inaugurar la sucursal de la tecnológica Accenture, que dará empleo a 800 trabajadores, según el informe oficial