Cuenta atrás para poner punto y final a 2020. Un año que pasará a la historia por numerosos motivos, entre ellos, la debacle económica y laboral, además de la aceleración de la digitalización y el teletrabajo. De cara a 2021, se deposita la esperanza de comenzar a encauzar la recuperación. Las previsiones para el próximo […]
NacionalDirigentes Digital
| 29 dic 2020
Cuenta atrás para poner punto y final a 2020. Un año que pasará a la historia por numerosos motivos, entre ellos, la debacle económica y laboral, además de la aceleración de la digitalización y el teletrabajo. De cara a 2021, se deposita la esperanza de comenzar a encauzar la recuperación.
Las previsiones para el próximo ejercicio, según refleja el informe Workforce Transformation del Grupo Adecco publicado este mes de diciembre, apuntan a que el 82% de los dirigentes empresariales espera facilitar el teletrabajo a sus plantillas, mientras que un porcentaje más reducido, un 45%, considera que después de la COVID-19 mejorará el escenario laboral. En este sentido, la crisis sanitaria y sus efectos en la economía y el empleo serán los principales focos de actuación.
Para superar los desajustes en el trabajo en un mundo pospandemia, desde Adecco Group Institute expresan que habrá que afrontar una serie de retos “imprescindibles”. El primero de ellos es el liderazgo y la gestión del cambio. El director de este centro de estudios y divulgación, Javier Blasco, señala que “se necesitan líderes que promuevan una transformación a partir de un estilo de liderazgo basado en la inteligencia emocional, la empatía y la puesta en valor de las personas”. Además de esto, cobrará especial relevancia la adopción de mecanismos de flexibilidad que aumenten la conciliación y la competitividad empresarial.
Por otro lado, como destacan desde la institución, el modelo actual de salarios en España está encorsetado y presenta “escasa posibilidad de incentivar la productividad y la atracción del talento más competitivo, que suele demandar salarios atractivos vinculados a variables que premien el esfuerzo y la aportación de valor”. Por ello, consideran la mejora salarial como un requisito necesario para mantener el estado del bienestar actual.
El futuro demandará profesionales de todo tipo. Por este motivo, las organizaciones deben garantizar una visión diversa e inclusiva, creando espacios de trabajo compuestos por talento de capacidades diferentes y donde haya riqueza de género, edades, nacionalidades o culturas variadas. En aras de mejorar la competitividad y de acercar el talento, Javier Blasco hace hincapié en la capacitación de los trabajadores: “Tendremos que combinar modelos tradicionales de aprendizaje reglado sobre competencias técnicas, con una apuesta cada vez mayor por las habilidades y competencias “blandas” que garanticen los procesos de reskilling y upskilling continuos”.
Por otro lado, poniendo el foco en los sectores y la recuperación laboral, sobresalen el área de producción y distribución de la vacuna contra la COVID-19 y la digitalización de procesos en todos los ámbitos. De hecho, uno de los protagonistas de este 2020 ha sido el de la logística. “2021 se presenta como uno de los mayores retos logísticos de la historia reciente”, comenta el responsable de esta área en HAYS España, Abel Alonso. Esto repercutirá en el aumento de la demanda de perfiles relacionados con operaciones y carga, a lo que hay que añadir el aumento de la logística de última milla, un objetivo ya presente antes de la pandemia y donde ha tenido mayor incidencia la misma, y que precisará de perfiles de logística ligados a la distribución de compra online.
La industria farmacéutica es otra de las áreas que se han desarrollado a raíz del coronavirus. La transformación digital que se ha acelerado en estos meses ha supuesto el rediseño de “gran parte de su modelo de negocio, estrategia y por tanto estructura” de muchos laboratorios, por lo que el National Business Manager de Life Sciences en HAYS España, Sergio Hinchado, asegura que se potenciarán los perfiles digitales en detrimento de los comerciales presenciales debido a la reducción de las visitas físicas.