Después de más de un año de pandemia, el tejido empresarial español hace balance de su situación económica y del impacto que la crisis sanitaria ha tenido en los negocios. El avance de la vacunación y el progresivo desarrollo de la economía dejan entrever una perspectiva optimista en la que el 38% de las empresas […]
NacionalDirigentes Digital
| 21 jun 2021
Después de más de un año de pandemia, el tejido empresarial español hace balance de su situación económica y del impacto que la crisis sanitaria ha tenido en los negocios. El avance de la vacunación y el progresivo desarrollo de la economía dejan entrever una perspectiva optimista en la que el 38% de las empresas cree que los efectos de la COVID-19 dejarán de tener consecuencias negativas en sus proyectos durante la primera mitad de 2022, mientras que el 17% se muestra todavía más positivo y considera que la situación mejorará antes de que termine 2021.
Tal y como detalla la nueva edición del Informe Europeo de Pagos, elaborado por Intrum, en el que se analiza la salud financiera y las previsiones económicas de 29 países europeos, seis de cada diez entidades españolas afectadas por la crisis sanitaria calculan que la recuperación empresarial se alcanzará en un tiempo máximo de un año. En esta línea, del total de los estados encuestados, las compañías nacionales se encuentran entre las siete primeras posiciones, con un 55%, al considerar que en este mismo lapso de tiempo la pandemia dejará de tener consecuencias financieras en sus negocios. Una cantidad superada tan solo por Grecia (58%), Irlanda (58%), Noruega (57%), Suiza (57%), Suecia (56%) y Reino Unido (56%).
Estos datos positivos también están apoyados en otros organismos oficiales. Según datos del Banco de España, facilitados por Intrum, ya en el mes de marzo las empresas españolas anticipaban una mejora a corto plazo, gracias a que, por primera vez desde finales de 2020, las compañías con perspectiva de crecimiento en su facturación superaban a aquellas que “preveían un deterioro adicional”, detallan en una nota.
En este contexto y a pesar del sentimiento positivo que presentan muchas compañías, es cierto que la emergencia sanitaria no ha afectado a todas las entidades por igual. Según muestra el documento, dos de cada diez empresas españolas afirman no haber sufrido un impacto negativo de la crisis. Así, en relación con los beneficios obtenidos, el 14% menciona no haber sufrido variaciones e, incluso, el 5% dice que han aumentado.
No obstante, en la cara opuesta se encuentra el 48% de las organizaciones, que indican que sus resultados han disminuido y se han mantenido más bajos que antes de la crisis; el 8% apunta que disminuyeron durante un tiempo y han vuelto a la normalidad y un 25% que se han mantenido iguales, pero creen que podrían bajar pronto.
En este sentido, el CEO de Intrum en España, José Luis Bellosta, señala que no podemos relajarnos, ya que “todavía nos encontramos en un contexto de incertidumbre, donde el fin de las moratorias o de las ayudas estatales podría afectar a la salud financiera de las empresas que se han estado beneficiando de estas ayudas”. De esta forma, el 63% de las entidades reconocen “estar más preocupadas que nunca por la capacidad de pago de aquellos clientes con los que tienen cuentas pendientes”.
Por ello, el sector empresarial ha pasado a ser mucho más estricto a la hora de conceder determinados plazos más extensos y una de las prioridades de los dirigentes se ha convertido en asegurar estos pagos de los clientes con la mayor celeridad posible, un tema especialmente importante para el 21% de las pymes.