Si algo caracteriza el mercado inmobiliario de lujo en España es la rapidez con la que se venden los inmuebles. La demanda de este tipo de propiedades ha pisado el acelerador en el último año, hasta situar el tiempo medio de venta en una cifra récord.

En concreto, durante el año pasado, un propietario tardó en desprenderse de una vivienda de estas características alrededor de cinco meses, un 10% menos que en 2017. Cifra que puede llegar a alcanzar los dos meses en las zonas de mayor afluencia turística, según un estudio elaborado por Barnes Spain.

Se trata de un segmento muy reclamado por el público internacional, especialmente, entre los franceses que son los más rápidos a la hora de adquirir una vivienda en España con dos meses y medio, seguido de británicos y alemanes (tres meses), belgas (tres meses y medio), escandinavos y rusos (cinco meses), españoles e italianos (seis meses). En último lugar se encuentran los chinos con ocho meses.

El informe hace hincapié en la ciudad de Madrid, donde la compra de propiedades de lujo se sitúa en torno a los cuatro meses, impulsada por la demanda procedente de Latinoamérica, especialmente, de mexicanos, colombianos y venezolanos.

En 2018, el mercado premium de la vivienda ha estado marcado por la estabilización, con una ligera subida del 3%, hasta los 6.800 euros por metro cuadrado, frente a los 6.250 euros de cierre de 2016, lo que se traduce en un aumento acumulado del 9% en dos años.

Debe reseñarse el caso de algunas zonas costeras como la Costa Brava, Costa de Sol o los archipiélagos, donde el repunte interanual ha llegado a alcanzar el 5%, con precios superiores a los 10.000 euros por metro cuadrado.

"Ha sido un año muy bueno para el sector lujo en términos generales, sobre todo en la compraventa de inmuebles en zonas costeras y en las grandes ciudades", asegura el socio fundador de Barnes Spain, Emmanuel Virgoualy.

En este sentido, la mayor parte de la demanda del sector inmobiliario de lujo se concentró en viviendas con precios que van desde los 500.000 euros hasta los tres millones de euros y una superficie de entre 150 y los 500 metros cuadrados, parcela aparte.