¿Cuenta España con un sistema de recaudación de impuestos eficiente? Lo cierto es que este país se encuentra a la cola en competitividad fiscal en relación al resto de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). El Índice de Competitividad Fiscal de Tax Foundation publicado a través del Foro […]
NacionalDirigentes Digital
| 26 dic 2018
¿Cuenta España con un sistema de recaudación de impuestos eficiente? Lo cierto es que este país se encuentra a la cola en competitividad fiscal en relación al resto de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
El Índice de Competitividad Fiscal de Tax Foundation publicado a través del Foro Regulación Inteligente analiza los países que componen la OCDE y de este estudio se desprende que Estonia lidera el ranking mientras que, en el otro lado de la balanza, España ocupa el octavo peor puesto.
El país báltico encadena cinco años consecutivos ocupando el primer puesto en dicha materia. De hecho, limita el cobro del Impuesto de Sociedades al reparto de dividendos, lo que permite dejar libre de cargas tributarias la distribución de beneficios. Además de este gravamen como en el Impuesto sobre la Renta, este país fija una tarifa del 20%, lo que en comparación a España, presenta un modelo fiscal más eficiente.
Otros miembros de la OCDE que completan el top 10 de la clasificación son Letonia, Nueva Zelanda, Luxemburgo, Países Bajos, Suiza, Suecia, Australia, República Checa y Austria. Muchos de estos países recaudan más ingresos fiscales que España por poseer un sistema tributario más competitivo.
España se encuentra en el puesto número 27 con 57,4 puntos, frente a los 100 recibidos por Estonia. Esta puntuación revela una brecha en materia de competitividad fiscal de más de cuarenta puntos. Le siguen en la parte baja de la lista Grecia, Israel, Portugal, Polonia, Italia y Francia.
EL CASO DE ESPAÑA
Para confeccionar el estudio se ha partido de cuarenta parámetros distribuidos en cinco grandes categorías. La primera de ellas hace referencia al Impuesto de Sociedades. Aquí España ha obtenido 47,3 puntos, una nota más baja todavía que la de la puntuación media. El Impuesto sobre la propiedad es el segundo de estos grupos y obtiene 46,6 puntos, mientras que en la tercera categoría -el Impuesto sobre la Renta- consigue 65,9 puntos. El cuarto grupo hace referencia al Impuesto sobre el Consumo, un apartado donde recibe 66,9 puntos y, finalmente, el tratamiento de rentas internacionales le proporciona una calificación de 65,9.
De cara al nuevo año 2019, el Gobierno ha anunciado medidas en materia tributaria entre las que se encuentran la creación de nuevos gravámenes, así como el refuerzo de algunos ya existentes. Con decisiones como estas, el Ejecutivo pretende conseguir 7.178 millones de euros, pero tal y como señalan en el informe, estas previsiones “pecan de optimistas y pueden quedarse muy lejos de la recaudación efectiva”. Y añaden que de aprobarse dichas medidas impositivas, España perdería una posición más en la lista, mientras que gran parte de los países de la OCDE continuarían aumentando su competitividad fiscal. Por último, recomienda la necesidad de revisar a fondo el sistema impositivo español en lugar de llevar a cabo cambios cada muy poco tiempo, como ocurre con el Impuesto de Sociedades.