Las organizaciones españolas están prestando cada vez más atención a la eficiencia energética. Es más, siete de cada diez compañías ya tienen en consideración la importancia de esta variable, según el estudio Energy Efficiency Indicator Survey 2018 elaborado por Johnson Controls Building Technologies & Solutions. Y esta cuestión va en aumento: “el 56% de las […]
NacionalDirigentes Digital
| 05 feb 2019
Las organizaciones españolas están prestando cada vez más atención a la eficiencia energética. Es más, siete de cada diez compañías ya tienen en consideración la importancia de esta variable, según el estudio Energy Efficiency Indicator Survey 2018 elaborado por Johnson Controls Building Technologies & Solutions. Y esta cuestión va en aumento: “el 56% de las organizaciones planean aumentar sus inversiones en energía renovable y soluciones de eficiencia energética, mientras que el 37% tiene previsto mantener su mismo nivel de inversión mundial”, explica el documento.
Existen diversos motivos por los que las empresas están aumentando la inversión en esta variable. La principal es el ahorro de costes que supone a largo plazo la energía limpia. Y a esto hay que añadir que la seguridad que ello implica.
Pero existe una variable más: fortalece la marca en cuestión: impulsa su reputación, la hace más atractiva para sus trabajadores y al consumidor. Así, la compañía muestra un compromiso al reducir la huella en el medio ambiente.
No obstante, llevar a cabo este tipo de inversiones supone enfrentarse a una serie de dificultades. La falta de experiencia técnica para evaluar o ejecutar este tipo de proyectos es una de las mayores barreras a la hora de aumentar la inversión en eficiencia energética en sus instalaciones o edificios, según subrayan en el informe, pero no es la única.
A ello hay que añadir la falta de fondos para pagar mejoras y la incertidumbre con respecto al ahorro y el rendimiento futuro. Estos obstáculos son mayores en las empresas españolas que a nivel mundial. Aun así, dependiendo del punto geográfico las barreras difieren.
Mientras que en Asia, el principal problema es el insuficiente presupuesto para dedicar a las mejoras energéticas, en Europa, Oriente Próximo, África y Latinoamérica, la principal barrera es la falta de expertos que desarrollen estos proyectos.
En cuanto a Norteamérica, dos de cada diez empresas se enfrentan a problemas para obtener una financiación suficiente para dedicar a esta variable. Sin embargo, son muchos más los problemas a los que se encaran. Algunos de ellos son la insuficiencia de incentivos disponibles por parte del gobierno o la competencia por parte de otros capitales de inversión.