Dieter Zetsche es un hombre hecho de buenas virtudes alemanas: es correcto, sólido y leal. Los compuestos de la empresa que todavía preside hasta 2019, Daimler, siempre han sido un reflejo de estas virtudes clásicas. Pero esto es el pasado y los nuevos dirigentes tienen que estar más aún a la altura en lo que […]
NacionalDirigentes Digital
| 01 oct 2018
Dieter Zetsche es un hombre hecho de buenas virtudes alemanas: es correcto, sólido y leal. Los compuestos de la empresa que todavía preside hasta 2019, Daimler, siempre han sido un reflejo de estas virtudes clásicas. Pero esto es el pasado y los nuevos dirigentes tienen que estar más aún a la altura en lo que se refiere a los cambios que se producen a gran velocidad en la sociedad. El inversor alemán en startups Frank Thelen cree que hay un problema con el DNA de la economía alemana actual: “Nos hemos acostumbrado en los últimos 10 años a un crecimiento anual de un dos por ciento y un superávit creciente en las exportaciones. Pero ahora vienen tecnologías que están revolucionando todo y no estamos a la altura”.
MATÁNDOSE CON EL PROPIO ÉXITO
Los coches alemanes tienen tan buena fama en todo el mundo que el sector se ha vuelto arrogante con el solo hecho de que se puedan llamar “Made in Germany”. Por cierto, lo que saben muy pocos es que el sello de calidad alemana fue creado por los británicos, aunque más bien sin querer. Ellos decidieron en 1887 ponerlo en los productos procedentes de Alemania. La crisis y el escándalo de Volkswagen con sus coches diésel fueron solamente la gota que colmó el vaso. “Made in Germany” se convertía en un “Faked in Germany” para sorpresa de muchos admiradores de la economía alemana.
Mientras los alemanes estaban ocupados consigo mismos, empresas como Tesla han dado lecciones a todo el mundo y, sobre todo, al sector del automóvil alemán. También lo ha hecho Toyota que ya es líder en coches híbridos y la marca de automóvil que más vale ahora en el mundo. Un informe del Think Tank alemán Friedrich-Ebert-Stiftung calcula que el sector perderá en los próximos años cientos de miles de puestos de trabajo por la tendencia general de la gente a comprar menos coches, y si decide comprar los compra eléctricos/híbridos o decide compartir. Además, cada vez hay más gente usando el transporte público, también por las políticas restrictivas de los alcaldes de las grandes ciudades, por lo menos en Europa.
LA POLÍTICA IGNORA LA ECONOMÍA
Los políticos alemanes aceleran indirectamente el proceso del derrumbe del sector automóvil alemán con leyes contra el coche diésel. La consecuencia directa: el valor de la acción de Daimler, por ejemplo, ha perdido un 18% en un año, a pesar de buenas ventas. Pero un gobierno alemán solamente ocupado consigo mismo, con problemas internos y con la política de refugiados no ve que su economía esté perdiendo el tren, no solamente en la fabricación de coches, sino también en telecomunicación o fintechs.
Según un estudio del Think Tank Kölner “Instituts der deutschen Wirtschaft (IW)”, el 40 % de todos las patentes en Alemania vienen todavía del sector automovilístico. Pero en realidad es una industria que cada vez va a tener menos importancia y parece que los alemanes han olvidado concentrarse también en el sector de la salud, la economía colaborativa, naranja o simplemente en el mundo de internet. En el gráfico, se ve que las marcas que más valen en Alemania son todas del siglo pasado.
EN ALEMANIA: TODO DEL SIGLO PASADO
Top 8 de las marcas alemanas con más valor en 2018.
EN EL MUNDO: TODO DEL SIGLO ACTUAL Y CASI TODO “MADE IN USA”
Top Ten de las marcas de más valor en el mundo.