Shell, Michelin, British Telecom… En los últimos años, y dado que la estabilidad de épocas pasadas parece haberse transformada en incertidumbre, son muchas las grandes compañías que han querido proteger, de esa volatilidad, a sus cadenas de suministro (supply Chain). Y es que las previsiones y pronósticos realizados a través de complejos métodos de cálculo, […]
NacionalDirigentes Digital
| 23 nov 2018
Shell, Michelin, British Telecom… En los últimos años, y dado que la estabilidad de épocas pasadas parece haberse transformada en incertidumbre, son muchas las grandes compañías que han querido proteger, de esa volatilidad, a sus cadenas de suministro (supply Chain).
Y es que las previsiones y pronósticos realizados a través de complejos métodos de cálculo, para la planificación de las necesidades de materiales de las empresas, apenas se cumplían en un 50% de los casos. Esto se debe a que, dichas previsiones, se hacían a partir de cálculos especulativos sobre los que, se preveía, podían ser los niveles de venta de productos y servicios. ¿El problema?
Estos métodos tradicionales eran útiles hasta hace algunos años, cuando se operaba en un mercado en el que siempre había un exceso de demanda. Ahora lo que hay es exceso de oferta, por lo que las herramientas de gestión del pasado hoy ya no valen).
En el reciente Demand Driven World (DDW), el mayor evento mundial sobre la materia que se organiza cada año –esta vez ha sido en Fráncfort (Alemania)-, y a través de charlas, talleres y demostraciones, conferenciantes llegados de todo el mundo hablaron sobre la revolución que se está produciendo, en este sentido, en las cadenas de suministro de muchas grandes empresas del planeta.