Perspectivas poco auspiciosas. De esta forma tan contundente resume el Banco Mundial las conclusiones extraídas del informe sobre las ‘Perspectivas Económicas Mundiales’ que acaba de publicar. En concreto, el organismo mundial ha situado el crecimiento económico para este 2019 en el 2,9%, una décima menos que en 2018, cuando se situó en el 3%. El […]
NacionalDirigentes Digital
| 08 ene 2019
Perspectivas poco auspiciosas. De esta forma tan contundente resume el Banco Mundial las conclusiones extraídas del informe sobre las ‘Perspectivas Económicas Mundiales’ que acaba de publicar. En concreto, el organismo mundial ha situado el crecimiento económico para este 2019 en el 2,9%, una décima menos que en 2018, cuando se situó en el 3%.
El debilitamiento tanto del comercio internacional como de la actividad manufacturera, así como las elevadas tensiones comerciales y las presiones existentes de los mercados financieros son algunas de las causas que contribuirán a esta atenuación del crecimiento a lo largo del ejercicio.
Así, mientras que en el caso de las economías avanzadas experimentarán un incremento del 2%, el conjunto de los países emergentes y en desarrollo éste será del 4,2% (una tasa más baja de lo previsto). La disminución de la demanda externa, el aumento de los costes de endeudamiento y la incertidumbre en materia de políticas son algunos de los factores que incidirán en este último caso.
“La recuperación económica en los países exportadores de productos básicos se ha estancado, en tanto que la actividad de los países importadores de dichos productos se está desacelerando”, indicen desde el Banco Mundial. En este sentido, alerta de que el crecimiento per cápita no será suficiente para acortar la brecha entre ambas economías.
“Un crecimiento económico sólido es esencial para reducir la pobreza e impulsar la prosperidad compartida”, señala la vicepresidenta de crecimiento Equitativo, Finanzas e Instituciones del Grupo Banco Mundial, Ceyla Pazarbasiolgu, quién también recomienda llevar a cabo mejoras en el acceso a la financiación, facilitar el comercio y fortalecer la planificación para contingencias.
Por regiones, Asia Oriental y Pacífico continúa siendo una de las regiones en desarrollo que registran un mayor crecimiento del mundo con una tasa estimada para este 2019 del 6%, solamente por detrás de Asia Meridional, que se espera que avance un 7,1%.
Entre tanto, en Europa y Asia Central se prevé que los “persistentes” efectos de la tensión financiera en Turquía reduzcan el crecimiento regional hasta el 2,3%. Le siguen Oriente Medio y Norte de África con un 1,9% y América Latina y el Caribe que crecerá a un ritmo del 1,7%, respaldado, principalmente, por el repunte del consumo privado en la zona.