El coste laboral medio por trabajador ha registrado un aumento del 1,9% interanual durante el tercer trimestre de 2018, hasta los 2.499.87 euros. Con esta cifra, -el índice que incluye remuneraciones y cotizaciones sociales- registra su nivel más alto en cinco años. Según la Encuesta Trimestral de Coste Laboral (ETCL) elaborada por el Instituto Nacional […]
NacionalDirigentes Digital
| 18 dic 2018
El coste laboral medio por trabajador ha registrado un aumento del 1,9% interanual durante el tercer trimestre de 2018, hasta los 2.499.87 euros. Con esta cifra, -el índice que incluye remuneraciones y cotizaciones sociales- registra su nivel más alto en cinco años.
Según la Encuesta Trimestral de Coste Laboral (ETCL) elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) el coste salarial por trabajador y mes -que comprende salario base, complementos salariales, pagos por horas extraordinarias y pagos atrasados en términos brutos- también ha experimentado un aumento del 1,9% en tasa anual. De este modo, pasa de los 1.809,12 euros a los 1.842,62 euros por empleado y mes.
Si se excluye el factor variable de los salarios (pagos extraordinarios y atrasados), el coste salarial ordinario sube un 1,2%.
Por sectores económicos, los mayores aumentos aumentos se dan en servicios y los más bajos en construcción. Si se tienen en cuenta por sectores de actividad, el mayor crecimiento del coste laboral se ha producido en Actividades financieras y de Seguros, Actividades inmobiliarias e Información y comunicaciones.
También existen diferencias significativas en función del área geográfica. Así, mientras que el coste laboral en País Vasco supera en más de 500 euros la media nacional, en Extremadura se sitúa en los 450 euros.
Por su parte, la jornada semanal media pactada -si se tiene en cuenta el tiempo completo y el tiempo parcial de manera conjunta- ha alcanzado las 34,7 horas. De dicha cantidad se pierden una media de siete horas a la semana, en su mayoría procedentes de vacaciones y fiestas disfrutadas. Al añadir las horas extra y restar las perdidas, la jornada queda reducida a 27,9 horas efectivas de trabajo.