El Mar Negro, que separa Europa oriental y Asia occidental, tiene una gran relevancia estratégica por su ubicación geográfica. Al norte limita con Ucrania, al este con Rusia y Georgia, al sur con Turquía y, al oeste con Bulgaria y Rumanía. Destaca por tener numerosos usos entre los que se encuentran el turismo, la navegación, […]
NacionalDirigentes Digital
| 11 feb 2019
El Mar Negro, que separa Europa oriental y Asia occidental, tiene una gran relevancia estratégica por su ubicación geográfica. Al norte limita con Ucrania, al este con Rusia y Georgia, al sur con Turquía y, al oeste con Bulgaria y Rumanía. Destaca por tener numerosos usos entre los que se encuentran el turismo, la navegación, los puertos, la pesca o el comercio entre los países que lo rodean.
Esta masa de agua sobresale también en hidrocarburos y perforaciones y Rumanía ha sabido explorar el rico filón que supone este aspecto. Así, ha aterrizado en esta zona inversión para el plan de Desarrollo de Gas Natural de Midia (MGD). Es el primer proyecto de este tipo construido en el área del Mar Negro después de la revolución rumana de 1989 en la que se puso fin al régimen de Nicolae Ceausescu.
UN PROYECTO PIONERO
Black Sea Oil & Gas SRL (BSOG), propiedad de Carlyle International Energy Partners y el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo, es una compañía independiente de petróleo y gas con sede en Rumanía.
BSOG, junto con sus socios, Petro Ventures y Gas Plus, anuncia la inversión de 400 millones de dólares (alrededor de 353 millones de euros) en un desarrollo de gas que tendrá una capacidad de producción estimada de 1.000 millones de metros cúbicos de este fluido, el equivalente al 10% del consumo de gas de Rumanía. Unos gases tratados que se entregarán al Sistema Nacional de Transmisión Transgaz.
Dicho proyecto consiste en cavar cinco pozos de producción (un pozo submarino en el campo Doina y los cuatro pozos restantes en el campo Ana), además de un complejo de producción submarina en el depósito Doina, que se conectará mediante un conducto de 18 km a la plataforma de producción offshore operada en la mina Ana.
La construcción e instalación de toda la infraestructura marina y terrestre se completará en alrededor de dos años. Además, se instalará un gasoducto de 126 km que transportará gas desde la plataforma Ana hasta la planta de tratamiento de gas en Corbu (condado de Constanza). No obstante, los cambios legislativos complican la inversión. Los nuevos impuestos introducidos por el Gobierno de Bucarest podrían afectar al desarrollo de este proyecto, incluido un gravamen sobre el volumen de negocios del 2% para las empresas de energía y un tope al precio del gas natural. Estas tarifas se introdujeron después de una ley de perforación offshore que estipula que las compañías rumanas deben vender al menos la mitad de su producción anual de gas en Rumanía. A diferencia de otros países de la región, Rumanía es un país muy dependiente de las importaciones de energía.
Pese a todo, es un proyecto pionero y esperan, según indicó el Director Ejecutivo de BSOG, Mark Beacom, “construir y poner en marcha este proyecto de importancia crucial para la industria energética del país”.
En el año 2008, Black Sea Oil & Gas SRL, descubrió dos depósitos que contendrían unos 10 mil millones de metros cúbicos de gas natural en un área situada a 120 kilómetros del Mar Negro. Y para el próximo año, la compañía espera poder comenzar la producción lo que la convertiría en la primera en extraer recursos offshore de Rumanía.