Con la incertidumbre siempre presente, los establecimientos hoteleros en España confían a la demanda doméstica la reactivación para este 2021. Expectantes a que la vacunación coja ritmo, la actividad estará muy vinculada a los movimientos del turista nacional, cuyo peso tradicionalmente es inferior al foráneo. “Prevemos una recuperación a diferentes velocidades, comenzando por el segmento […]
NacionalDirigentes Digital
| 29 mar 2021
Con la incertidumbre siempre presente, los establecimientos hoteleros en España confían a la demanda doméstica la reactivación para este 2021. Expectantes a que la vacunación coja ritmo, la actividad estará muy vinculada a los movimientos del turista nacional, cuyo peso tradicionalmente es inferior al foráneo. “Prevemos una recuperación a diferentes velocidades, comenzando por el segmento rural y vinculado a la naturaleza, así como el vacacional de playa peninsular, continuando con el vacacional de playa insular, más dependiente de la demanda internacional”, comenta el responsable de hoteles en Iberia de CBRE España, Jorge Ruiz, quien considera que el segmento de viajes corporativos será el último en despegar.
De acuerdo con un estudio sobre el mercado hotelero en la región EMEA, elaborado por la citada consultora, en los países europeos con un mercado interno más fuerte y, por tanto, menos condicionados por el viajero extranjero, sobre todo de larga distancia, se esperan niveles pre-COVID mucho antes, tal y como ha quedado demostrado en la segunda mitad de 2020.
El segmento deja atrás un año de fuertes desplomes, con caídas en inversión superiores al 60%, hasta los 1.005 millones, frente a los 2.500 millones de 2019. Tras comenzar el ejercicio en positivo, con un avance en el primer trimestre superior al 14%, la pandemia y una sucesión de factores correlativos como “la escasez de financiación bancaria, el freno de la actividad operativa y la diferencia de expectativas de precio entre compradores y vendedores”, pararon en seco la tendencia ascendente. El hundimiento va en línea con el registrado en otros países del Viejo Continente, entre los que destacan Reino Unido, que lideró la inversión con 2.600 millones (-60%), Alemania que contabilizó 1.950 millones (-60%) e Italia sumó 1.050 millones, un 69% menos. En conjunto, la región captó un total de 9.400 millones, con una bajada del 66% con respecto al ejercicio precedente, impacto que acusa a la pandemia y las restricciones a la movilidad derivadas de la misma.
Entre el periodo 2015-2019 la demanda hotelera en España “ha tenido un buen comportamiento”, con la cifra récord de 342,9 millones de pernoctaciones en el año anterior al coronavirus. Sin embargo, la paralización del mundo entero en 2020 obligó a posponer las inauguraciones previstas. CBRE calcula que un total de 198 nuevos hoteles (27.182 habitaciones) verán la luz a lo largo de los próximos cuatro años. “Observamos como gran parte de los inversores, especialmente institucionales, continúan mostrando un elevado interés por el sector hotelero español, acentuado por un entorno de tipos bajos, la elevada volatilidad bursátil y la posibilidad de adquirir activos prime y estratégicos a precios más competitivos”, explica el responsable de Inversiones en Propiedades de Europa Continental de CBRE Hoteles, Miguel Casas.
A las puertas de la cuarta ola de contagios, la firma proyecta una actividad “considerablemente superior”, que se verá acelerada en el segundo semestre. En el análisis hacen hincapié en los “grandes” retos y oportunidades que ofrece el escenario actual en cuanto a nuevos proyectos de expansión, la puesta en marcha de aquellos que se habían visto comprometidos con la crisis, así como el desarrollo de productos y fórmulas mixtas más acordes a la nueva realidad. Tampoco descartan procesos de fusiones o alianzas estratégicas que permitan a los actores incrementar su presencia. “A pesar de que esperamos sin duda una corrección de los precios, lo cierto es que la confianza de los inversores en un país con una fuerte resiliencia y sólidos fundamentales turísticos, unido a la previsión de una elevada competencia en los procesos de compraventa, permitirán contener en cierta medida los descuentos en las operaciones, al menos en las consideradas más prime o estratégicas”, añade Casas.