Los dormitorios se han convertido en despachos desde que la pandemia obligó a millones de trabajadores a laborar en sus propias casas. Aunque una gran parte de ellos han vuelto o van a volver a las oficinas, el teletrabajo es una realidad que para algunos se ha convertido en la constante y, para otros, en […]
NacionalDirigentes Digital
| 25 may 2021
Los dormitorios se han convertido en despachos desde que la pandemia obligó a millones de trabajadores a laborar en sus propias casas. Aunque una gran parte de ellos han vuelto o van a volver a las oficinas, el teletrabajo es una realidad que para algunos se ha convertido en la constante y, para otros, en una variante del trabajo semanal.
El hecho de que se convierta en una opción estructural y no coyuntural requiere analizar si los espacios necesitan una vuelta de tuerca. No es lo mismo trabajar en un dormitorio durante unos meses que hacerlo para siempre. Ante eso, se abren diferentes opciones que proponen sacarle el máximo partido al hogar.
Llevar “Tu Lecho al Techo” puede transformar una sala de un solo uso a un espacio polivalente. Ese es el nombre de la compañía que el emprendedor Sebastien Chartier ha traído hace apenas unos meses a España. El leitmotiv es “convertir una habitación en una zona de trabajo”, comenta a DIRIGENTES.
Chartier recalca que el confinamiento ha sido una de las principales causas de este modelo de negocio que ya existe en otros muchos lugares de Europa. “¡Quién no s iba a decir que nuestro hogar se iba a convertir en una segunda oficina, en un gimnasio, en una ula para los niños…!”, reflexiona.
“Nos faltaba espacio para acometer tantas actividades en casa”, por lo que la búsqueda de soluciones hizo que Chartier se encontrara con las camas elevables al techo. Nadie lo hacía en España, por lo que esta solución innovadora no puede hacer más que crecer en suelo ibérico.
El mecanismo se puede intuir sin dificultad: un sistema de contrapeso, bien manual, bien motorizado, permite que se eleve o baje la cama sin ningún tipo de esfuerzo. A partir de ahí entra en juego el diseño que ha de responder a las necesidades concretas del espacio.
“La gran mayoría se puede adaptar a cualquier tipo de vivienda” y se fijan a la pared o al techo, si bien se recomienda que la altura del techo sea de 2,4 metros para que la cama pueda retirarse de forma óptima. Para Chartier hay varias razones de que esta idea aún no hubiera entrado en España. La primera, que los pisos españoles son más grandes y baratos que en otras ciudades europeas. Y, por otro lado, reconoce que no se trata de una solución barata, ya que el precio oscila entre 3.000 y 5.000 euros.
No obstante, eso no ha sido obstáculo para que se haya producido una acogida “muy prometedora”. De hecho, este emprendedor cree que se trata de “una tendencia que ha venido para quedarse”, por lo que se hace imprescindible “optimizar” el espacio para mejorar la calidad de vida. Es “una alternativa muy cómoda para poder disfrutar de más m2 sin tener que mudarse”.
Esta propuesta no solo es adecuada para particulares, sino que también puede tener salida en otros segmentos del mercado inmobiliario, como son las residencias de estudiantes o los colivings. Preguntado por si estas camas solo se orientan a espacios pequeños, Chartier responde que, en efecto, “este tipo de solución es muy adecuada para pisos muy pequeños”. Pero distingue que los clientes también los usan en pisos grandes para optimizar una habitación, como el cuarto del niño, el de invitados o para aprovechar una zona de trabajo o relax.
Dado que este tipo de diseños no están plenamente asentados en España, desde esta empresa se plantean llevar la idea al ideario colectivo, si bien el mayor interés se está recibiendo “en el segmento profesional”. En particular, Chartier cita las nuevas residencias de estudiantes, los colivings, y también el segmento de propietarios “que están viendo aquí un filón para optimizar apartamentos pequeños o turísticos”.
De momento, la iniciativa no se presenta para un público masivo y se considera más “un segmento de nicho”. Por ello, la forma de dar a conocer esta propuesta es a través de grandes cadenas de fabricantes de colchones, además de tiendas físicas en algunos puntos de España.