Libia, en el norte de África, vivió situaciones límite hace 10 años cuando el dictador Muamar el Gadafi fue derrocado. Tras 42 años en el poder y una relativa estabilidad, se iniciaron tensiones para heredar un régimen con un potencial económico considerable, sobre todo en lo referente a los hidrocarburos. La situación actual, después de […]
NacionalDirigentes Digital
| 02 jun 2021
Libia, en el norte de África, vivió situaciones límite hace 10 años cuando el dictador Muamar el Gadafi fue derrocado. Tras 42 años en el poder y una relativa estabilidad, se iniciaron tensiones para heredar un régimen con un potencial económico considerable, sobre todo en lo referente a los hidrocarburos.
La situación actual, después de una lucha fratricida entre dos bloques, hace prever que se instaurará un régimen democrático tras la selección de un nuevo Consejo Presidencial y la redacción de nuevas leyes, una vez que se celebren unas elecciones generales en diciembre de 2021.
En ese contexto, España trata de reforzar sus relaciones con este país del norte de África, del que es el segundo socio comercial, por detrás de Italia. De ese modo, las exportaciones libias a España representan el 14,16%, mientras que a Italia viajan el 18,1%.
La mayoría son productos energéticos, hasta el 99% según los datos de la oficina económica y comercial de España en Trípoli, lo que alcanza un valor de 3.800 millones de euros. El resto son semimanufacturas y materias primas, que en conjunto alcanzan 9 millones de euros.
Por su parte, España exporta hacia allí alimentos, bebidas y tabaco por valor de 232 millones de euros, pero también vende semimanufacturas, productos energéticos, bienes de equipo y manufacturas de consumo que, en total, alcanzan un valor de 185 millones de euros. Todas las exportaciones españolas apenas alcanzan los 422 millones de euros, en comparación con los 3.800 millones que suman los productos energéticos.
Por eso, las empresas españolas observan oportunidades para ampliar sus horizontes en ese país que en territorio es el triple que España pero que en población apenas suma 6,8 millones de habitantes.
Está previsto que este mismo jueves se celebre un encuentro con empresarios en el que se aborde la cooperación y el papel de las empresas en la reconstrucción y el desarrollo de Libia. En concreto, al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, lo acompañan Indra, Repsol, Aertec, Triarena, Idom, Navantia, Grupo Miranza y HM Hospitales.
Se trata de empresas de los principales sectores estratégicos de España y que van desde la tecnología, los hidrocarburos, la defensa y la salud. Cabe recordar la importancia de los hidrocarburos tanto para la economía libia como para los intereses españoles.
En los momentos previos a la revolución de 2011 que terminó con la ejecución de Gadafi, Libia producía en torno a 1,6 millones de barriles de petróleo diarios. Durante los momentos más cruentos de la guerra civil, dicha producción se redujo continuamente, hasta que en 2017 se consiguieron recuperar niveles entre el millón y los 1,2 millones de barriles. Ahora, en marzo de 2021 se han recuperado los 1,4 millones y se estima que a finales de este año podrían alcanzarse los 1,5 millones de barriles.
En esa línea, se espera que la economía libia consiga recuperarse durante este año. La industria (56,2%) representa la principal aportación al PIB del país, mientras que los servicios se sitúan en segundo lugar (52,1%) como muestra del peso de los hidrocarburos en la producción. Asimismo, la OCDE estima un crecimiento del 4,3% para este 2021, después de que en 2020 cayera en un 3,5%.