Ignacio Sánchez Galán define Reino Unido como “un mercado clave” para Iberdrola y “uno de los pilares presentes y futuros del grupo”. No obstante, su compañía anuncia que se desprenderá de sus activos de generación tradicional en ese país. La operación se realizará a través de su filial ScottishPower, que venderá esos activos a Drax Smart Generation por 702 millones de libras, lo que al cambio son 800 millones de euros.

El presidente de la compañía ha achacado este movimiento a la “habitual rotación de activos de la empresa”. Además, cree que “el mundo está cambiando” y “las energéticas deben ser parte de la solución al cambio climático y no parte del problema”. En esa línea, la empresa justifica la venta como parte de su estrategia para convertirse en la primera energética 100% renovable.

Los activos de los que se desprende son 2.566 megavatios de potencia de generación tradicional. En concreto, la venta se refiere a plantas de ciclo combinado de gas, tras el cierre de las últimas centrales de carbón que tenía en Reino Unido.

Se trata de una desinversión que forma parte de los 3.000 millones de euros que Iberdrola esperaba deshacerse en sus Perspectivas Estratégicas 2018-2022. Se suma a la venta del negocio de almacenamiento de gas en Estados Unidos y a la participación minoritaria en Tirme. En total, las transacciones anunciadas durante 2018 están valoradas en 1.000 millones de euros.

Sánchez Galán apunta que el propósito de Iberdrola es realizar nuevas inversiones en el mercado de Reino Unido. “Invertiremos en él 5.200 millones de libras hasta 2022, fundamentalmente en incrementar nuestra capacidad renovable, desarrollar más redes y más inteligentes y ofrecer soluciones más personalizadas y eficientes a nuestros clientes”.

Según la energética, durante los próximos años incrementará su peso en Reino Unido, donde ya acumula una potencia eólica de 2.700 megavatios instalados o en construcción y proyectos de 3.000 megavatios.