Se modifica el IGEI, el impuesto que grava los Gases Fluorados de Efecto Invernadero

Si está pensando en instalar un aire acondicionado o una instalación de refrigeración en su negocio, es probable que le salga aún más caro a partir de ahora. ¿La razón? La modificación del Impuesto a los Gases Fluorados de Efecto Invernadero (IGFEI), es decir, aquellos que se emplean para que una instalación permanezca a una temperatura específica. 

Este cambio amplía el gravamen a la importación o fabricación de equipos precaragados, así como la primera carga de refrigerantes en instalaciones nuevas. Además, la factura deberá indicar la cantidad de gas, su clase y la cantidad a pagar por el mismo.

La tasa, en vigor desde 2014, podrá encarecer entre el 5% y 10% las instalaciones de climatización (tanto de uso doméstico como comercial), así como las de refrigeración instaladas en hostelería o pequeño comercio, ya que las asociaciones de instaladores alertan de que el aumento de precio se trasladará al consumidor final. 

Hasta el mes de agosto, este tributo gravaba cuando se producían emisiones de este gas a la atmósfera. Con la modernización de los equipos, su recaudación iba bajando año a año –se ha pasado de 120 millones en 2017 a tan solo 67 en 2020, según el Ministerio de Hacienda–. 

Desde la semana pasada, según el texto aprobado se pone el foco en la “fabricación, importación, adquisición intracomunitaria o la tenencia irregular de los gases fluorados que forman parte del ámbito objetivo del impuesto”, en vez de a la venta o entrega de los gases al consumidor final, como sucedía hasta ahora. Esto se hace, según se aclara en el preámbulo, para simplificar, “en la medida de lo posible”, el tributo y la gestión del mismo, “tanto por los obligados tributarios como por la Administración Tributaria”.

¿Cuánto hay que pagar y cuando se devengará el impuesto?

La cantidad a pagar se calculará aplicando el coeficiente 0,015 a su “potencial de calentamiento atmosférico”, con un límite de 100 euros por kilogramo. 

La enmienda también especifica cuándo se cobrará este tributo, según se trate de una fabricación, importación, adquisición comunitaria o de tenencia irregular de gases fluorados:

• En el caso de una fabricación, se producirá cuando se efectúe la “primera entrega o puesta a disposición a favor del adquirente”.
• Si se importan los gases fluorados, el devengo se hará a la vez que el de los derechos de importación, aunque el producto quede exento de los mismos. 
• En caso de ser una adquisición intracomunitaria, se hará el día 15 del mes siguiente en el que se “inicie la expedición”, o el día que se expida la factura, si sucede antes. 
• En caso de tenencia irregular de gases fluorados, el devengo se hará cuando se constate, “salvo prueba de lo contrario”.

El Ejecutivo introduce modificaciones de última hora

También llama la atención las modificaciones de última hora que ha “colado” el Grupo Socialista en la Ley a través de una disposición incluída en la reforma de la Ley de Transparencia. 

Así, la Ley 14/2022, de 8 de julio, de modificación de la Ley 19/2013, de 9 de diciembre, de transparencia, acceso a la información pública y buen gobierno, con el fin de regular las estadísticas de las microempresas, pequeñas y medianas empresas (PYME) en la contratación pública; incluye una disposición final que modifica el artículo quinto de la Ley 16/2013 (el que aplica sobre los gases fluorados).

A este nuevo tributo, hay que sumar la entrada en vigor de la limitación del aire acondicionado entre los 25 y 27 grados en verano y los 19 en invierno. Esta medida, en vigor desde el 10 de agosto, se incluye en el Plan de choque de ahorro y gestión energética en climatización, con el que se busca reducir un siete por ciento el consumo energético nacional y así reducir la dependencia del gas ruso. 

Esta limitación, que se mantendrá, como mínimo, hasta noviembre de 2021, se aplica a edificios administrativos, oficinas, zonas de uso público, locales de restauración, bancos y centros comerciales, entre otros.