El resultado de que no esté claro si se impone o no un impuesto, o de si se va a tomar o no una determinada decisión política, es que las empresas esperan a que haya claridad. Si la empresa tiene una idea nítida de lo que puede ocurrir, invierte, construye y contrata. Es por eso que la incertidumbre económica siempre se ha mostrado como un aspecto a tener en cuenta para las empresas, aunque se trate de una variable difícil de medir.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha realizado el intento de cuantificar en qué medida afecta la situación más o menos estable de un país a las decisiones de las empresas interesadas en ese territorio. En concreto, el organismo analiza la situación de Turquía, que ha sufrido la inestabilidad sobre todo por los periodos “frecuentes de incertidumbre política exógena”, dice el FMI.

La manera de medir la inestabilidad el país otomano se ha basado en la cantidad de veces que aparecían palabras relacionadas con incertidumbre en la prensa extranjera, utilizando referencias como Bloomberg, Reuters o Dow Jones. Ese índice, que ya ha sido utilizado para la situación de otros países, se denomina índice de Incertidumbre de la Política Económica.

El caso es que ese hecho no tiene la misma influencia sobre todas las decisiones. Según las conclusiones del FMI, la incertidumbre de la política económica obstaculiza la inversión. En todo caso, divide los tipos de inversión en dos. Por una parte, la inversión real anual se reduce un 5% cuando se produce un aumento estándar de la incertidumbre. En lo que atañe a sectores con “alto grado de irreversibilidad”, como los que necesitan de una mayor inversión en maquinaria, en capital, o inmobiliaria, la reducción de la inversión alcanza el doble.

En cuanto al empleo, la incertidumbre tiene un impacto positivo, por lo que se puede colegir que no afecta. El FMI explica que “la incertidumbre puede aumentar el empleo, lo que sugiere que, a corto plazo, las empresas pueden sustituir la mano de obra por capital fijo cuando existe incertidumbre”.

En cualquier caso, el organismo insiste en que “la incertidumbre de las políticas induce a una menor inversión y préstamos a corto plazo entre las empresas con una alta exposición a la incertidumbre de las políticas”. Dicho de otra forma, cuando la inversión está prevista para hacerse a largo plazo, está más influida por los circunstancias del país. Sobre todo porque deben hacerse inversiones importantes en maquinaria, plantas y equipos.