El de la consultoría es un mercado copado por un puñado de grandes firmas. Casi cada gran compañía española es analizada y auditada por una de ellas, las conocidas como Big Four, pero además se les van sumando otras marcas que identifican nuevas necesidades de las empresas. No obstante, es precisamente ese tránsito de las […]
NacionalDirigentes Digital
| 04 dic 2020
El de la consultoría es un mercado copado por un puñado de grandes firmas. Casi cada gran compañía española es analizada y auditada por una de ellas, las conocidas como Big Four, pero además se les van sumando otras marcas que identifican nuevas necesidades de las empresas. No obstante, es precisamente ese tránsito de las empresas el que facilita que, a las empresas conocidas como auditoras, ahora se las identifique como consultoras porque abarcan un abanico más amplio de servicios.
En los últimos años ha crecido en importancia Mazars, una entidad de origen francés dispuesta a disputar el oligopolio en el sector. Se trata de la quinta firma en cuanto a auditoría y a prestación de servicios a entidades de interés público, cotizadas o que coticen en el MAB. Además, se encuentran otras organizaciones como el Banco de España o el FROB y, actualmente, asesoran a la SEPI en la adjudicación del Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas.
La entrada de nuevos actores adquiere especial relevancia ya que, como dice María Cabodevila, socia de Mazars, “habrá muchas empresas que tendrán que ser acompañadas” durante los próximos meses a causa de la pandemia. En una entrevista con DIRIGENTES, Cabodevila reitera la importancia de la firma de renovarse, dado el crecimiento que ha vivido durante los últimos años.
No en vano, se encuentra en 90 países y, en los dos últimos años, ha registrado un crecimiento del 20%. En lo que respecta al territorio español, el aumento en sus cifras de negocio alcanza el 8% en este 2020. En su caso, la diversificación ha supuesto un punto de apoyo para enfrentar la difícil situación que ha provocado el coronavirus.
A pesar de ese crecimiento, reconoce “que el mercado mundial y español son los que son”, en referencia al peso de otras grandes compañías. No obstante, su punto diferencial es la agilidad. “Tenemos un tamaño suficiente como para servir a clientes internacionales y a la vez el conocimiento técnico y los equipos dedicados que nos facilitan una agilidad tremenda”, explica Cabodevila.
Con respecto al impacto del coronavirus en su negocio, esta portavoz cree que se trata de un sector en el que ya había flexibilidad. “Desde el primer momento pudimos tener a todos los equipos trabajando bien en casa y atendiendo a los clientes”, afirma. En ese aspecto, espera que la forma de trabajar en España cambie una vez la situación se estabilice: “Nos ha ayudado a ser más eficiente”. Por otro lado, apoya que se acabe “con el presencialismo que tenemos en España”, además de fomentar la desconexión o “acabar con los horarios de locura” que hay en nuestro país en comparación con otros países del entorno.