La economía mundial comenzó el pasado año con buen pie, pero el panorama no tardó en enturbiarse. Esto se debió principalmente a la desaceleración del crecimiento de las economías de la eurozona, Reino Unido, Japón y China. Todo ello desembocó en una caída del comercio internacional del 5%, tal y como se desprende de un […]
NacionalDirigentes Digital
| 15 ene 2019
La economía mundial comenzó el pasado año con buen pie, pero el panorama no tardó en enturbiarse. Esto se debió principalmente a la desaceleración del crecimiento de las economías de la eurozona, Reino Unido, Japón y China. Todo ello desembocó en una caída del comercio internacional del 5%, tal y como se desprende de un informe elaborado por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Por el contrario, Estados Unidos (EEUU) mantendrá su potencial de crecimiento en torno al 2%. Y es que este ritmo continuará la tendencia provocada por la gran dosis de estímulo fiscal en forma de recortes de impuestos y aumentos de gasto del gobierno norteamericano. Además, el dólar estadounidense, durante buena parte del 2019, permanecerá en los altos niveles actuales.
No obstante, en el resto de potencias mundiales seguirán con una caída del crecimiento en 2019. Cruzando el ‘charco’, la eurozona destaca por continuar desacelerándose en 2019. Tras alcanzar su punto álgido a mediados de 2017, el descenso ha sido una constante desde entonces. Un escenario marcado por la inestabilidad e incertidumbre política por el Brexit y la tirantez en las relaciones comerciales, entre otros aspectos.
Una desaceleración que China y los mercados emergentes también experimentarán. En el caso del gigante asiático, el ritmo de expansión se ha ido rebajando progresivamente, desde un 6,9% en 2017, hasta un 6,6% en el año anterior. Y para este 2019, se prevé que caerá hasta un 6,3%. Ante este escenario, el Gobierno chino tiene previstas medidas monetarias y fiscales, aunque se espera que sus resultados sean modestos.
En el lado de los mercados emergentes, estos países sufrirán las consecuencias de la desaceleración del crecimiento de las economías avanzadas, así como la incertidumbre política.
En cuanto a Japón, éste crecerá pero todavía no alcanzará el 1%. Según las proyecciones del FMI, en este ejercicio, el país del sol naciente dará un ligero salto del 0,8% del año anterior hasta el 0,9%.
En este escenario, el 2019 seguirá marcado por la volatilidad en los mercados de productos básicos, en especial en el del petróleo. La demanda descenderá, y, por el contrario, la oferta aumentará, lo que hará apuntar a la baja los precios del crudo y otros productos básicos, según estiman desde el FMI.
Por otro lado, la tasa de inflación global se mantendrá alrededor del 3% y en comparación con 2018, los precios de materias primas mantendrán la estabilidad en este año.