La COVID-19 también causa estragos en las compañías de seguros. Los ingresos de las aseguradoras por primas se situaron en los 58.850 millones, con un descenso del 8,3% en comparación con el ejercicio anterior como consecuencia de la paralización de la economía para hacer frente a la pandemia. Pese a ello, desde la patronal (Unespa) […]
NacionalDirigentes Digital
| 19 ene 2021
La COVID-19 también causa estragos en las compañías de seguros. Los ingresos de las aseguradoras por primas se situaron en los 58.850 millones, con un descenso del 8,3% en comparación con el ejercicio anterior como consecuencia de la paralización de la economía para hacer frente a la pandemia. Pese a ello, desde la patronal (Unespa) defienden que el sector mantiene unos niveles de solvencia “elevados” y “superan con creces las exigencias que marca la regulación”.
Así, de la citada cantidad, 37.046 millones se corresponden al ramo de no vida y los 21.804 al de vida, según los datos provisionales recabados por la Investigación Cooperativa de Entidades Aseguradoras (ICEA). A este respecto, las líneas de negocio que más han acusado la caída han sido los seguros de vida ahorro, automóviles y diversos.
En concreto, la facturación del negocio de vida, reflejada en los ingresos por primas, menguó a cierre del cuarto trimestre un 20,78% en términos interanuales, al tiempo que se ha mantenido estable el volumen de ahorro gestionado a través de seguros. En cambio, las provisiones técnicas se situaron en los 193.826 millones de euros a cierre de diciembre, cantidad muy similar a los doce meses anteriores.
Los seguros del automóvil, por su parte, experimentaron una contracción interanual del 1,96% y cerraron con unos ingresos de 11.091 millones de euros. Entre tanto, los seguros diversos aportaron 8.819 millones, un 0,73% menos. Esta categoría agrupa diferentes protecciones, muchas de ellas ligadas a la actividad económica. Con todo ello, el ramo de no vida se ha mantenido en positivo. Los seguros que protegen inmuebles crecieron un 3,08%, hasta los 7.753 millones, mientras que la partida de seguros de salud repuntó hasta los 9.383 millones, un 5,01% más.
“Este año nos toca hacer repaso de uno de los ejercicios más difíciles, si no el más difícil, que ha experimentado el seguro en mucho tiempo”, ha comentado la presidenta de Unespa, Pilar González de Frutos, en la presentación de los datos. Hay que remontarse a 2003, después de culminar en 2002 el proceso de exteriorización de compromisos por pensiones empresariales o a la pasada crisis económica en 2011 y 2012 para encontrar un hundimiento similar.