Analizar el comportamiento de los trabajadores o gestionar la productividad del equipo no siempre resulta sencillo desde el punto de vista del dirigente. Saber cuál es el perfil del personal que necesita una pyme, donde en muchos casos no cuentan con departamentos de Recursos Humanos, puede resultar una labor poco efectiva e incluso vana. Como […]
NacionalDirigentes Digital
| 31 ago 2022
Analizar el comportamiento de los trabajadores o gestionar la productividad del equipo no siempre resulta sencillo desde el punto de vista del dirigente. Saber cuál es el perfil del personal que necesita una pyme, donde en muchos casos no cuentan con departamentos de Recursos Humanos, puede resultar una labor poco efectiva e incluso vana. Como respuesta a ello, la metodología DISC aparece en escena para valorar qué necesita el negocio para alcanzar los objetivos.
Fue a principios del siglo pasado cuando el doctor William Marston desarrolló una herramienta para comprender la conducta humano, publicado en su libro Integrative Psychology. Así, la teoría DISC fue uno de los estudios desarrollados a partir del comportamiento de las personas. Hoy en día, este método, es utilizado por cada vez más empresas para conocer la efectividad de sus equipos de trabajo.
El objetivo de esta herramienta psicológica es conocer la manera de proceder del empleado ante determinadas situaciones dentro de la empresa además de cómo se adapta a ellas. Su nombre viene derivado de las siglas Decisión, Interacción, Serenidad y Cumplimiento, maneras de proceder del trabajador que se pueden estudiar a través de esta técnica para impulsar la efectividad de la actividad empresarial.
Recientemente, la escuela de negocios Eserp publicaba un estudio relacionado con la efectividad de la metodología, aplicándolo correctamente en el comportamiento natural del equipo de trabajo. Empleándolo correctamente, se puede determinar qué persona está más capacitado para determinados puestos o ejecuciones en el ámbito laboral.
A la hora de examinar los datos recopilados de los trabajadores se deben tener en cuenta los objetivos previos establecidos en beneficio de la empresa. El estudio afirma que es importante que la herramienta se aplique de manera personalizada, dependiendo de las necesidades que se desean trabajar.
A raíz de los resultados obtenidos, la organización puede emplearlos para fomentar a una persona o un equipo para que sean más eficientes, obtener un mayor número de ventas como efecto de la información recogida de los clientes y a través de una comunicación más efectiva, e incluso es un método que resulta útil para la selección de candidatos a un puesto de trabajo.
Los cuatro niveles del método DISC aportan un conocimiento más cercano al perfil real de la persona de interés. Divididas por categorías y con una serie de preguntas enfocadas a los intereses propios de la empresa, se puede saber el rasgo profesional del trabajador según los siguientes varemos:
– Aquellos que se encuentran capacitadas para la toma rápida de decisiones además de mostrarse más interesados por el objetivo y no por cómo alcanzarlos son los que se encuentran en el nivel de Decisión.
– Los trabajadores más proclives a la comunicación e interacción con el resto del equipo y sus clientes se engloban en el nivel de Interacción.
– El test estipula que las personas capaces de trabajar bajo presión, sabiendo atender peticiones y preocupados por los medios en vez de por el fin, son los que se encuentran en el nivel de Serenidad.
– Los perfiles más pendientes del análisis y el cumplimiento a rajatabla de los estatutos de la empresa serían los que estarían en el nivel de Cumplimiento.
La evolución empresarial, acrecentada por los diferentes acontecimientos de los últimos años, ha conllevado cambios a la hora de examinar las características del trabajador. No basta con que una persona reúna los conocimientos necesarios para ejercer un puesto de trabajo, sino que a la empresa cada vez interesa más los rasgos de la personalidad más indicados para desempeñar dicha labor.
De este modo, el método DISC permite posicionar en el puesto adecuado y de la manera más eficiente al trabajador siguiendo el resultado del test. Tal y como afirma la tesis, los clientes se decantan por una empresa cercana o afines a sus preferencias, demostrando así que las emociones también interfieren en la hora de decantarse por un producto o servicio.
Recurrir a esta metodología psicológica, rescatada de 1931, cada vez es más frecuente en pymes y compañías de mayor tamaño. Conocer datos como los que recurre la herramienta para seleccionar determinados patrones en la empresa puede suponer un cambio radical en el rumbo de la misma.