La industria andaluza ha experimentado un renacimiento desde que se comenzó a vislumbrar el final de la crisis en España. Este sector ha gozado de unas cifras de crecimiento por encima del 4%, lo que ha dado como resultado un aumento del peso de la industria en la economía andaluza. A finales de 2013 representaba […]
NacionalDirigentes Digital
| 23 jul 2018
La industria andaluza ha experimentado un renacimiento desde que se comenzó a vislumbrar el final de la crisis en España. Este sector ha gozado de unas cifras de crecimiento por encima del 4%, lo que ha dado como resultado un aumento del peso de la industria en la economía andaluza. A finales de 2013 representaba el 10,7%, mientras que a día de hoy ya alcanza el 12%, en parte por su propia mejora y también por el retroceso de otros sectores.
La patronal de empresarios del sur de España (CESUR) afirma en un estudio sobre la industria en Andalucía que el sector “está evolucionando”. En particular, consideran que el crecimiento de dos puntos es un hecho destacable, dado que esta región está “poco industrializada”, en palabras del profesor Manuel Alejandro Hidalgo, de la Universidad Pablo de Olavide y colaborador del servicio de estudios de CESUR.
Los datos prueban que la industria en el sur de España ha conseguido elevar el valor añadido un 18,3% entre 2014 y 2018. La consecuencia de esa recuperación es que a día de hoy el valor agregado bruto se encuentra un 4% por debajo del que tenía en 2008, si bien se mantiene un crecimiento sostenido durante los últimos años.
Uno de los datos más llamativos del informe es que existe una gran concentración en sectores concretos de la industria. En particular, destaca que la industria extractiva, la energética y el subsector agroalimentario acumulan casi dos tercios del negocio de la región (64,1%). De esa forma, se revela una situación desigual en otros subsectores industriales.
De hecho, en lo que refiere a la industria extractiva, representa el 38,4% del total, en comparación con el 35,5% que acumulaba en 2008. Por su parte, la rama agroalimentaria también ha elevado su aportación a la industria, desde el 21,6% de 2008 hasta el 26% de la actualidad. Desde CESUR afirman que estas dos ramas han sido “las auténticas protagonistas del cambio estructural en la industria andaluza”. Además, para la asociación abandera la recuperación económica y atrae empleo de “alta cualificación”.
La mejora de los datos a partir de 2014 tiene que ver con la búsqueda de nuevos mercados en el exterior para los productos andaluces. Ello, unido a la recuperación económica general, ha propiciado que el sector industrial goce de una situación más sólida. “La mejoría experimentada en economías como las de los Estados Unidos y, en particular, en economías emergentes, impulsaron de nuevo el comercio global y con él el sector exterior andaluz, sobre todo el de bienes industriales”, consideran.
En el lado opuesto se encuentra la rama de minerales no metálicos. La conclusión que se deriva del estudio es que perdió más peso en términos relativos que ninguna otra. Según CESUR, la explicación para este hecho es que está relacionado con la caída de la actividad inmobiliaria.