Tras un espectacular 2017, los datos de la actividad turística en España confirman un hecho que los expertos anticiparon a principios de año: la estabilización del crecimiento. Por primera vez desde el año 2009, este sector crece por debajo de Producto Interior Bruto (PIB).

Según el último barómetro publicado este viernes por la Alianza para la Excelencia Turística (Exceltur), durante el segundo trimestre del año ha registrado un aumento del 2%, frente al 3,1% de los tres primeros meses del año, mientras que la economía ha repuntado un 2,9%.

La Semana Santa, que este año ha caído en marzo, la inestabilidad política que se vive en Cataluña y que indice, principalmente, en los turistas de negocios en Barcelona, así como el mundial de fútbol, que ha influido en la decisión de posponer el viaje en algunos de los principales mercados emisores como el británico, son algunos de los principales factores que han repercutido, según señala el lobby turístico.

Pero no los únicos. Las últimas cifras récord registradas en 2017, situando a España como segunda potencia turística del mundo, solo por detrás de Francia, han estado motivadas por lo que algunos agentes del sector denominan "turistas prestados" del Mediterráneo Oriental. Por lo que la apertura de otros países como Túnez o Turquía también ha lastrado de algún modo esta moderación "mayor de la esperada". Así, la demanda de turistas alemanes retrocede un 4,7% de marzo a mayo, seguida del 2,1% de los británicos y del 1,4% de los británicos.

Una ralentización que también se ha trasladado al mercado laboral. Si a finales de junio de 2017 el ritmo de creación de empleo se situaba por encima del 5%, entre los meses de abril y junio, el conjunto de las ramas turísticas aumentó un 3,2%. Un porcentaje que desde Exceltur señalan ser "más acorde con la tendencia de estabilización" en la evolución de la demanda turística.

Pese a ello, los datos de afiliación en hostelería, transporte aéreo, agencias de viajes, además de actividades recreativas y de ocio, se sitúan en su máximo histórico, con una barrera que supera los dos millones de personas y 450.000 más en comparación con el ejercicio 2009. Solo durante el mes de junio se ha incrementado en 62.736 nuevos inscritos.

Aunque lo cierto es que el conjunto de la demanda turística, tanto española como extranjera, pierde fuerza en términos de afluencia durante la primavera, lo cierto es que realizan un gasto diario medio mayor, a raíz de la mejora de la economía. Mientras que los ingresos de los extranjeros en España suben un 4,7% entre marzo y mayo, el desembolso de los españoles en el exterior se disparó un 11% entre marzo y abril, una tendencia "que es deseable que se consolide en el tiempo", señalan.

En este contexto, Exceltur rebaja sus perspectivas desde el 3,3% de abril, al 2,6% para el conjunto del año, una décima menos que la actividad económica, a causa de los factores atípicos anteriormente mencionados, en aras de otros destinos como Turquía, Túnez o Egipto, con precios más bajos.