El Índice de Precios de Consumo (IPC) ha experimentado un incremento del 0,2% durante el mes de septiembre y un 2,3% en tasa interanual, una décima más de lo esperado.

Según los datos publicados este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE), esta subida ha estado impulsada, principalmente, por el repunte del precio de la electricidad y, en menor medida, por el aumento de los precios de la calefacción, el gasóleo y el gas. Destacan también los precios de los servicios de alojamiento que disminuyen este mes menos que en septiembre de 2017.

En el lado opuesto se encuentran los precios de los alimentos y bebidas no alcohólicas, que descienden su tasa anual tres décimas, hasta el 1,7%. En este caso, las bajadas más pronunciadas han tenido lugar en el precio de las frutas y de las legumbres y hortalizas.

Con esta variación, el índice encadena cinco meses con alzas superiores al 2% y se sitúa en máximos de abril de 2017, cuando registro un incremento del 2,6%.

En tasa mensual, los grupos con repercusión positiva que más han influido son vestido y calzado que repercuten en el IPC general con un 0,295; seguido de vivienda con el 0,146 y transporte con el 0,062.

Por comunidades autónomas, la tasa anual del IPC ha aumentado en nueve comunidades autónomas durante el noveno mes del año. Se trata de Castilla-La Mancha (2,7%), Castilla y León (2,6%) y Extremadura (2,4%), donde crece dos décimas en todas ellas.

En contraposición, desciende en Cantabria (2,2%), Principado de Asturias (2,1%) y País Vasco (2,1%) con bajadas de dos décimas en el primer caso y una décima en las dos últimas.

Por su parte, la tasa de inflación subyacente, que no incluye los alimentos elaborados ni los productos energéticos, se mantiene en el 0,8%, un punto y medio por debajo del índice general.