La vivienda se mantiene indemne al paso de la COVID-19. Alimentados por los fantasmas de la anterior recesión, los malos pronósticos vaticinados para el mercado inmobiliario al comienzo de la crisis sanitaria se han ido evaporando a lo largo de los meses. En un amago por mirarse en el mismo espejo que en 2008, el […]
NacionalDirigentes Digital
| 02 dic 2020
La vivienda se mantiene indemne al paso de la COVID-19. Alimentados por los fantasmas de la anterior recesión, los malos pronósticos vaticinados para el mercado inmobiliario al comienzo de la crisis sanitaria se han ido evaporando a lo largo de los meses. En un amago por mirarse en el mismo espejo que en 2008, el sector anticipaba “una gran corrección de los precios de venta”, con un desplome similar al del PIB -estimado por la OCDE en el 11,6% para este año-. Sin embargo, todo apunta a una realidad totalmente diferente, con recortes “mucho más moderados” que oscilarán entre un crecimiento plano y un descenso del 2% este ejercicio, aseguran desde Pisos.com.
En la presentación del balance 2020 y previsiones 2021, el director de Estudios del citado portal, Ferrant Font, ha precisado que los descensos llegarán el año que viene, con devaluaciones que podrían estar entre el 5% y el 7%. La obra nueva y la segunda mano con buena ubicación y de calidad serán los activos que mejor soporten el embiste.
Donde sí se han notado los efectos de la pandemia ha sido en la compraventa de viviendas, cuyo comportamiento ha estado marcado por la alarma sanitaria. Desde el hundimiento del 53,7% contabilizado por el INE el pasado mayo, este indicador se ha suavizado tras el verano, hasta cerrar septiembre con una bajada del 1,1%. Pese a ello, las transacciones de la vivienda acumulan un desplome anual del 22,1%. “Es posible que las operaciones cierren 2020 con una caída interanual en torno al 20% y un volumen cercano a las 400.000 unidades”, comenta Font, quien pronostica que este indicador irá en línea con la evolución de la pandemia y la tasa del paro. Con todo ello, prevén un rebote del 5% en 2021. Por su parte, la firma de hipotecas también ha sufrido los embates de la crisis sanitaria, aunque en menor medida que las operaciones de compraventa, y si bien no se espera el cierre del gripo hipotecario, las entidades financieras optarán por la cautela.
La corrección parece ser más profunda en los arrendamientos, que se dirigen hacia “cambio de rumbo”. “Acostumbrados a registrar abultadas variaciones interanuales en las grandes capitales, 2020 ha significado un vuelco en la trayectoria al alza de las ciudades más tensionadas”, remarca Font. Aunque la media nacional se moverá en una horquilla de entre el -1% y el -2%, para las grandes urbes anticipan rebajas que pueden llegar al 10%. “La incertidumbre que rodea a los alquileres es muy alta, dada la normativa relativa a la limitación de los precios que ya ha entrado en vigor en Cataluña y su posible traslado al resto de España”. En todo caso, desde Pisos.com se mantienen a la espera de que tendencias como la construcción de casas para alquiler se afiancen.
La nueva normalidad inmobiliaria trae consigo nuevas preferencias por parte de los consumidores, marcadas por el confinamiento domiciliario de primavera y la extensión del teletrabajo. Desde Pisos.com detectan un abandono del “viejo cliché de la localización” en aras de viviendas más grandes y con espacios al aire libre, que presionan a poner el ojo en la periferia de las ciudades. Estas exigencias forzarán a ofrecer productos más personalizados. En cualquier caso, el coronavirus ha acelerado un cambio de ciclo y ha puesto a la tecnología como un “pilar básico” en la relación oferta-demanda, que obliga a las empresas a repensar sus estrategias con la innovación y la sostenibilidad como epicentro de la transformación. “Habrá que encontrar soluciones polivalentes sin perder de vista la comodidad y la eficiencia, un aspecto que también debe aplicarse a la vivienda usada a través de la rehabilitación energética”, añade Font.