La recuperación ayudará a modernizar el tejido productivo, creen los expertos

Tras un primer trimestre en el que la pandemia volvió a golpear a la economía española, el optimismo parece haber sustituido a las dudas y al desánimo. Hasta marzo, la producción española se redujo en cinco décimas con respecto al último trimestre de 2020, en parte por el repunte de los contagios en enero y febrero así como por las restricciones impuestas para frenarlos.

Con unas medidas económicas sólidas y con la vacunación en marcha, los economistas apuestan por un repunte de la economía en este segundo trimestre del año. En una conferencia organizada por la escuela de finanzas Afi, los datos muestran cómo el consumo, las importaciones y la producción crecen a la par, impulsados por la demanda.

El presidente de Afi, Emilio Ontiveros, recalca que “los impulsos keynesianos a la demanda”, es decir, los cheques y las ayudas directas a la población, han ayudado a sostener el consumo durante lo peor de la pandemia. De ese modo, considera que han sido “compromisos importantes” los de los diferentes organismos en todas las geografías, ya sean gobiernos y bancos centrales.

En esa línea, ha elogiado la actitud de la Reserva Federal, el Banco de Japón y el Banco Central Europeo (BCE), que seguirán “protegiendo la estabilidad”. En ese sentido, los posibles problemas de deuda, liquidez o estabilidad financiera seguirán amparados bajo el “ángel de la guarda” que son los bancos centrales frente a situaciones como la actual.

Para Ontiveros los datos señalan a una “inequívoca recuperación”, si bien su fortaleza depende de la estructura productiva y de las medidas que adoptaron los gobiernos. “Estos dos elementos explican que España ha sido la que más ha sufrido en 2020” y prosigue: “Al mismo tiempo explicarán que sobre esa base sea una de las economías que más intensamente se va a recuperar en 2021”.

Por un lado, la estructura productiva está dominada por el sector servicios que, a su vez, tiene un gran peso del sector turístico. Y, por otro, el Gobierno español ha estado “condicionado por un mayor déficit de partida”, así como por una deuda cercana al 100% que ahora ronda el 120%.

No obstante, Ontiveros quita hierro al asunto y afirma que el déficit de España se encuentra “en el promedio de las economías avanzadas”, al igual que sucede con la deuda. De hecho, la deuda española seguirá siendo menor que la estadounidense, la japonesa o la francesa, pero aun así, reconoce que se ha producido un “ascenso brutal” durante estos meses.

Con todo, el hecho de que se haya apostado por el gasto público como contrapartida a la crisis puede acabar teniendo ventajas a largo plazo. “Hay razones para pensar que la economía no va a ser igual que antes y desde luego en Europa hay una intención modernizadora y transformadora”, resume Ontiveros. Así, afirma que “lo probable si se asignan estos recursos es que la vulnerabilidad de las economías a futuros choques sea inferior”.

Por su parte, la directora de Economía de Afi, María Romero, coincide con Ontiveros en que “no cabe duda” de que habrá “un repunte considerable de las economías del área euro”. Asimismo, indica que hay “buenas expectativas en la temporada estival”, lo que favorece especialmente a España.

En lo que sí observa un riesgo es en el incremento de los precios. En abril, Estados Unidos registró una inflación del 4,2%, lo que “activó las alertas sobre si ese incremento iba a ser temporal o permanente”, dice Romero. Si se mantuviera ese ascenso, “podría provocar una retirada de los estímulos y las políticas monetarias expansivas”.

En cualquier caso, la experta de Afi cree que no será una dinámica permanente y que, de momento, será algo transitorio. En el caso español y con independencia de la inflación, Romero sí cree que pueden empezar a retirarse algunas medidas como los ERTE dada la recuperación y el avance de la inmunización: “No cabría esperar una prórroga adicional de los ERTE”.