El avance de la digitalización es una realidad cuyos beneficios alcanzan a la plenitud de la sociedad, incluida la inclusión de todos los ciudadanos, independientemente de tener o no cualquier tipo de discapacidad. Con motivo del Día Internacional de las Tecnologías Apropiadas, la Fundación Adecco presenta su decimoprimer informe sobre Tecnología y Discapacidad, un documento que esclarece el perfecto tándem de estos dos componentes de cara al empleo en personas con discapacidad (PCD).

Los meses más duros de la pandemia, fueron aún peor para aquellos ciudadanos con algún tipo de incapacidad. La necesidad fue el gran acelerador del desarrollo digital en todo el ámbito empresarial, incluido el de este target en donde la tecnología cobra especial importancia. Es por ello que, trabajar en un mundo en el que la digitalización sea plenamente inclusiva, es apostar por el pleno empleo además de la economía, la cultura, la política y todo aquello que atañe al conjunto de la sociedad.

Este año, según el informe, está suponiendo un impulso para la inclusión en el mundo laboral de las personas con discapacidad. La contratación de este perfil se ha incrementado a niveles previos a la pandemia, creciendo un 36% con respecto a 2021 y un 14% más que en 2020. Datos que no solo ponen en evidencia la importancia económica que supone para el país, sino también el valor que aporta la conciencia social y empresarial.

La concienciación empresarial, clave para la competitividad

Concienciar a la empresa, independientemente del tamaño de su actividad, es fundamental para que esta sea más competitiva a la vez que sostenible. El empresario que no se preocupa por su plantilla y que no apuesta por la digitalización, está abocado a llevar su negocio al fracaso.

La empresa se encuentra en un buen momento para abordar la integración laboral debido a los avances tecnológicos que posibilitan el trabajo a personas con estas características a través de soluciones y aplicaciones digitales. Igual ocurre con el incremento de las políticas de diversidad y equidad, imprescindibles para hacer que un negocio sea más competente.

No obstante, y aunque las cifras de inclusión laboral para el colectivo PCD sean cada vez más favorables, el porcentaje de desempleo aún es demasiado alto en España. El 26% de los españoles con discapacidad se encuentra en el umbral de pobreza y/o exclusión, según el informe AROPE. Una realidad que, a pesar de haber mejorado en las últimas décadas, no deja de ser alarmante para este sector, especialmente expuesto a estos dos parámetros sociales.

Las grandes tecnologías son consideradas una firme apuesta para que personas discapacitadas accedan a puestos de trabajo adaptados a ellos. Conseguir competencias digitales en las empresas para así ofrecer puestos de trabajo inclusivos es clave en todo este proceso, al igual que estar acompañados de una intensa labor de sensibilización social que elimine de raíz la discriminación o los prejuicios.

El auge de la tecnología como aliado de la inclusión laboral

Más del 40% de los encuestados en el informe, todos ellos familias en las que alguno de sus miembros cuenta con algún tipo de discapacidad, apuesta por la década de los 40 como aquellos años en los que se logrará la plena inclusión de los PCD en el mundo laboral gracias a los avances tecnológicos, especialmente en la Inteligencia Artificial (IA).

Entendiendo el pleno empleo como la igualdad de todo el país para trabajar -omitiendo las posibles y futuras crisis económicas- es factible que se alcance una equidad laboral en personas con discapacidad.

La irrupción de tecnologías adaptadas, la robotización en aquellas barreras físicas o la consolidación del teletrabajo son algunos de los procesos por los que desde la empresa se tiene que luchar para comprometerse con este sector de la sociedad. El auge de la digitalización, consolidando a su vez la economía digital, es una puerta abierta a un sinfín de oportunidades para favorecer la inclusión laboral en las empresas para personas con discapacidad.