A diferencia de lo que ha ocurrido en la gran mayoría de ámbitos, la pandemia ha consolidado el crecimiento de las empresas biotecnológicas. Esta afirmación demuestra su resiliencia y la importancia de este campo como motor de recuperación del país y, también, como impulsor de la transición verde de la economía. En la actualidad, este […]
NacionalDirigentes Digital
| 03 jun 2021
A diferencia de lo que ha ocurrido en la gran mayoría de ámbitos, la pandemia ha consolidado el crecimiento de las empresas biotecnológicas. Esta afirmación demuestra su resiliencia y la importancia de este campo como motor de recuperación del país y, también, como impulsor de la transición verde de la economía. En la actualidad, este sector representa el 0,7% del PIB, una contribución que se refleja con más de 100.000 puestos de trabajo, el 0,6% del total del empleo nacional, según datos facilitados por la Asociación Española de Bioempresas (AseBio).
La sanidad sigue siendo un sector capaz de atraer y generar empleo. En este sentido, las biotechs españolas han acentuado la tendencia registrada a lo largo de los últimos años y han continuado ampliando su plantilla durante 2020, poniendo en valor su capacidad para crear nuevos puestos de trabajo. La presidenta de la asociación, Ana Polanco, comenta que “la ciencia y la innovación son ampliamente reconocidas como motores de prosperidad económica y social. Y, probablemente, ningún sector pueda representar el alcance de este progreso tan bien como el biotecnológico”.
Desde AseBio también destacan que este tipo de empresas se encuentran en la primera posición como el sector que más invierte en investigación y desarrollo. Un dato sobre el que Polanco señala las consecuencias positivas que conlleva, en la medida en que tiene “un impacto directo en las condiciones de salud y de bienestar, tanto de las personas como del planeta”.
En este contexto, la crisis sanitaria también ha puesto de relieve la importancia del sector biotecnológico y la necesidad de la “innovación” y la “inversión” en salud para hacer frente a amenazas desconocidas o necesidades clínicas no cubiertas todavía, detallan en una nota. Para ello, es esencial “unir la digitalización, la robotización y la gestión masiva de datos con la ciencia biológica”, con el fin de lograr convertir este ámbito en una apuesta estratégica para España con la que impulsar así proyectos de investigación y las infraestructuras tecnológicas necesarias para llevar a cabo los proyectos. Según una encuesta elaborada por AseBio y publicada a principios de 2021, a pesar del impacto de la COVID-19, el 90% de las compañías socias de la entidad han mantenido su actividad desde el estado de alarma y no han tenido que reducir su plantilla.
La cantera de futuros trabajadores del entorno biotecnológico también ha ido creciendo a lo largo de los últimos años, gracias a un aumento constante en el número de matriculaciones. La exigencia para acceder a estos estudios universitarios en las universidades públicas pone de manifiesto que el sector está formado por un “talento brillante” que años más tarde se convierte en un “personal altamente cualificado y con una productividad tres veces superior a la media de la economía española”. Además, el porcentaje de estudiantes mujeres alcanza el 60%, una cifra superior a la de otras disciplinas STEM (Ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas).