Las exportaciones continúan la senda de recuperación en el mes de septiembre y alcanzaron un nivel similar al del mismo mes del año anterior. Así lo reflejan los datos publicados recientemente por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, que apuntan a un crecimiento del 31,6% respecto a agosto, alcanzando los 23.250 millones de euros. […]
NacionalDirigentes Digital
| 27 nov 2020
Las exportaciones continúan la senda de recuperación en el mes de septiembre y alcanzaron un nivel similar al del mismo mes del año anterior. Así lo reflejan los datos publicados recientemente por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, que apuntan a un crecimiento del 31,6% respecto a agosto, alcanzando los 23.250 millones de euros. Un indicador que muestra su contribución a la mejoría de la economía española.
Esto revela que el tejido empresarial se ha refugiado en las ventas al exterior para compensar la caída de la demanda nacional. El CEO de DB Schenker, Juan Carlos Moro, destaca la rapidez con la que la empresa y la industria española han identificado oportunidades en el extranjero y han reemplazado el desplome del consumo interior. A su parecer, exportar en España debería ser una “iniciativa prioritaria” y contar con el impulso y el apoyo de las administraciones.
Si bien España tiene un potencial en sectores como la alimentación, bienes de equipo o automoción, insiste en aprovechar esta ventaja competitiva y el buen clima y replantearse otros modelos productivos o estructuras de trabajo. Y, más ahora con la consolidación del teletrabajo en Europa, para atraer empresas de innovación y tecnología cuyos empleados trabajen desde casa en España. DIRIGENTES charla con Juan Carlos Moro para conocer su visión sobre cómo explotar el potencial español y su valoración sobre la situación económica de cara a los próximos meses.
¿Cómo valora la situación económica a día de hoy?
La pandemia nos ha dejado una incertidumbre y todo cambia cada semana. En cuanto a lo que queda de año, vamos a mantener un ritmo parecido al del tercer trimestre, que dio algunos frutos, lo que no está claro es lo que pasará a partir del año que viene cuando se vea la cara que aún no se está viendo. Todavía estamos dentro de la pandemia y aún no se pueden ver los efectos en empresas y en el empleo por los ERTE.
Lo que ha ocurrido ahora es, como pasó en la crisis de deuda anterior, que la exportación en España está empujando. Las empresas se están dando cuenta otra vez de que tienen que buscar mercados exteriores y el dato de septiembre es realmente prometedor, con una menor caída en nuestro país respecto a otras grandes economías europeas en lo que son niveles de exportaciones. Es un indicador excelente de la adaptación de la empresa española y esta tendencia se mantiene en los meses de octubre y noviembre. Ahí la economía va a encontrar un salvavidas. Lo que está claro es que el nivel de importaciones, la demanda interna, se prevé que tendrá un impacto negativo.
¿Por qué las exportaciones se han convertido en el ‘balón de oxígeno’ de las empresas?
En la anterior crisis muchas empresas consideraron, teniendo un producto bueno y competitivo a nivel europeo y mundial, abrirse camino y así diversificar. Cuanto más diversificado está el artículo y tus canales de distribución y tus mercados, más resistente y resiliente eres frente a una situación económica como esta.
Eso es lo que vimos en la crisis de 2008-2012 y vemos que está volviendo a pasar. Así no dependo de lo que le vaya a pasar al consumo en nuestra economía, sino que diversifico ese riesgo entre varios mercados que se pueden comportar mejor que el nuestro. También es cierto que en nuestras exportaciones también está producción de artículos que sé que fabrican compañías internacionales en nuestro país, sobre todo, automoción u otros productos donde somos competitivos a nivel laboral.
En este tiempo, tanto las empresas de nuestro tejido industrial que abren mercados, como las internacionales que ven en España un lugar donde invertir y producir, supone una doble ayuda que hace que nuestras exportaciones estén creciendo.
“La cifra resulta más relevante cuando vemos que, en septiembre, las exportaciones se situaron casi un 7% por encima del dato de marzo”. ¿Las empresas son conscientes de que esta es la clave para recuperarse o compensar las pérdidas?
Al principio de la pandemia se habló de qué forma tendría la recuperación. Lo que indican los datos de septiembre es que las exportaciones se han recuperado en “V”. Esto significa que es uno de los primeros impulsores de la economía. Si el PIB se prevé que recuperará el nivel de 2019 en el 2023, pero el índice de exportaciones está casi en cifras precrisis, para mí es un indicador de la velocidad de recuperación y de la resistencia de la empresa española para buscar vías de reflotar.
¿Se afianzará esta tendencia?
Este mes de noviembre y diciembre, con algunas economías europeas cerradas o a punto de cerrar como la austriaca o Reino Unido, puede afectar a sus importaciones y, por tanto, a nuestras exportaciones. Se puede ver ahí alguna ralentización. Pero fuera de los cierres y confinamientos, es previsible que las grandes economías europeas y socios comerciales más importantes van a recuperarse con cierta velocidad y su demanda interna crecerá, por lo que será una vía para nuestro tejido empresarial de seguir creciendo.
Señala que exportar debería ser una iniciativa prioritaria y “campañas institucionales como ‘España, el país más rico del mundo’ deben ser el comienzo de una apuesta firme por posicionar la marca en el contexto global”. ¿Qué se debería hacer en este sentido para que surjan otras referidas al turismo, la producción industrial, el diseño y la innovación?
Esta campaña está muy acertada y nos posiciona en uno de nuestros sectores productivos más importantes, como es el de alimentación. Somos la huerta de Europa. Creo que tenemos que encaminarnos también a la producción industrial. No solo producir porque tenemos costes laborales menores que otros países europeos, que es una ventaja competitiva, sino que hay que fomentar también industrias y actividades de mayor valor añadido.
España puede jugar ese papel de país fantástico para venirse a trabajar. En este paradigma de mayor teletrabajo y de viajar menos por trabajo hay una oportunidad interesante en este sentido. Esto podría tener un impulso tanto institucional de marca, de país. Nos haría la California americana, esa zona de Estados Unidos donde se ha creado un clima empresarial y de emprendimiento, por su buen nivel de calidad de vida y clima.
¿Se está explotando el potencial de sectores como bienes de equipo, automoción o alimentación?
No. Hace falta un planteamiento estratégico de país y tenemos una oportunidad tremenda con los fondos europeos. Se está oyendo hablar de cambiar los modelos productivos, el ‘sol y playa’ y esa dependencia del turismo, aunque no he identificado iniciativas concretas y sí hacen falta proyectos que creen riqueza y rentas en España.
A poco más de un mes para cerrar el cuarto trimestre y este año atípico, ¿cómo se pondrá punto final a este ejercicio?
Tengo dudas. Diciembre va a ser un mes importante para ver si se mantienen los niveles de producción industrial, los de exportación y de consumo interno. Creo que así será, pero la primera parte del año, enero y febrero, son meses muy lentos de recuperación y este 2021 será igual. Tendremos una primera parte del año tensa y con preocupación, pero esperemos que podamos alumbrar a partir del segundo trimestre una mejoría.