No cabe duda de que los espacios flexibles de oficinas han llegado para quedarse. Y para expandirse. En el momento actual, este tipo de inmuebles -que incluyen diferentes tipologías que van desde el alquiler temporal hasta el coworking– han experimentado un importante repunte a lo largo de 2018, hasta el punto de que representan el […]
NacionalDirigentes Digital
| 19 nov 2018
No cabe duda de que los espacios flexibles de oficinas han llegado para quedarse. Y para expandirse. En el momento actual, este tipo de inmuebles -que incluyen diferentes tipologías que van desde el alquiler temporal hasta el coworking– han experimentado un importante repunte a lo largo de 2018, hasta el punto de que representan el 11% de la contratación total de oficinas que se ha llevado a cabo este año en Madrid y Barcelona.
En concreto, estas cifras se traducen en un total de 71.881 metros cuadrados, de los que 42.220 metros cuadrados se contrataron en la capital, mientras que los 30.000 metros cuadrados restantes proceden en la ciudad condal. Un contexto ante el que el director de oficinas de JLL España, José Miguel Setién, ha asegurado que se trata de una de las transiciones “más importantes” dentro del sector inmobiliario. “La consumerización de los activos inmobiliarios -fenómeno que ya hemos observado en los segmentos de hospitality y retail- está influyendo tanto en los modelos de negocio como las estrategias de inversión”, añade.
Entre las principales tipologías de espacios flexibles destacan los “Business Centre” que dominan Madrid y Barcelona con una cuota del 45%, seguido de los espacios híbridos (36%). De hecho, este último ha experimentado un crecimiento del 194% con respecto al año anterior. Además, según el citado informe, los principales operadores del mercado español -Regus, WeWork y Utopicus- han ganado terreno con respecto a los operadores locales con una cuota de mercado que representa la mitad del stock en las ciudades mencionadas.
El avance de la tecnología, los cambios en los estilos de vida y maneras de trabajar son los factores que han contribuido a esta rápida expansión experimentada desde 2014 y a un avance del 30% en 2017 a escala mundial, el equivalente a un millón de metros cuadrados.
De entre los veinte mercados de espacio flexible de oficinas más importantes, destaca Ámsterdam, que cuenta con la mayor concentración de este tipo de inmuebles del mundo, lo que supone el 5,6% del espacio total de oficinas. “Para los inversores que desean apostar por la innovación y el cambio, el espacio flexible genera nuevas oportunidades, pero no existe un enfoque universal y su adopción plantea diversos retos”, señala el responsable de Workplace Strategy para la región EMEA en JLL, Guzmán de Yarza.
Se espera que dicho segmento registre un crecimiento del 30% anual durante los próximos cinco años y que represente un tercio de algunas carteras inmobiliarias corporativas de aquí a 2030. “Los inversores -tanto locales como internacionales- deberían estudiar con atención estos acontecimientos y decidir la respuesta más adecuada, ya sea mediante la contratación de proveedores de espacio flexible para sus edificios o adaptando sus estrategias para ofrecer sus propias soluciones en este sentido”, concluye Guzmán de Yarza.