Nadie duda de que aún existe una barrera invisible que dificulta el acceso de las mujeres a los puestos más relevantes de las organizaciones. Es el llamado ‘techo de cristal´, una metáfora que hace referencia a las diferentes oportunidades entre hombres y mujeres cuando se trata de promoción y desarrollo laboral, independientemente del desempeño profesional. […]
NacionalDirigentes Digital
| 10 feb 2020
Nadie duda de que aún existe una barrera invisible que dificulta el acceso de las mujeres a los puestos más relevantes de las organizaciones. Es el llamado ‘techo de cristal´, una metáfora que hace referencia a las diferentes oportunidades entre hombres y mujeres cuando se trata de promoción y desarrollo laboral, independientemente del desempeño profesional. Y los obstáculos no acaban ahí. Crecen cuando se alcanza la alta dirección: desigualdad salarial, falta de reconocimiento, diferencia en el trato, trabas a la conciliación…
Un estudio elaborado por la CEOE y PwC (
Women in Work Index: closing the gender pay gap) revela que, “si bien la situación de la mujer ha mejorado considerablemente en las últimas décadas, aumentando la tasa de participación y reduciendo las diferencias salariales entre los dos sexos, aún necesita avanzar en términos de igualdad en el empleo”. Según este estudio, no sólo el porcentaje de mujeres decrece en los puestos más altos de las organizaciones, sino que cuanto mayor es el nivel de los salarios, más aumenta la brecha salarial: si las mujeres cobran de media un 12,2% menos que los hombres, esta diferencia crece en los puestos más relevantes hasta llegar a alcanzar el 16,6%.