El presidente de Enagás, Antonio Llardén, ha hecho un llamamiento a la necesidad de “trabajar por la reconstrucción y por un futuro que no deje a nadie atrás”, para lo que es imprescindible trabajar en la “reinvención de la economía”. En el marco de la junta general de accionistas de la compañía, celebrada este jueves, […]
NacionalDirigentes Digital
| 27 may 2021
El presidente de Enagás, Antonio Llardén, ha hecho un llamamiento a la necesidad de “trabajar por la reconstrucción y por un futuro que no deje a nadie atrás”, para lo que es imprescindible trabajar en la “reinvención de la economía”.
En el marco de la junta general de accionistas de la compañía, celebrada este jueves, ha asegurado que “no se trata solo de reactivar, sino de crear nuevas industrias” y que estas “sean sostenibles en el tiempo”.
En este sentido, ha recordado “el objetivo de contribuir a una transición justa como base para la recuperación económica, especialmente en los territorios más afectados por la transición energética, creando empleo sostenible y haciendo más competitiva la industria española”.
En un contexto marcado por la crisis sanitaria y económica, Llardén ha apuntado las prioridades para Enagás, entre las que se encuentran “mantener y crear empleo”. Cabe destacar que el grupo incrementó su plantilla un 2% en 2020. El máximo responsable ha dedicado unas palabras de reconocimiento y agradecimiento a todo el equipo que integra Enagás, ya que “han hecho posible que la energía haya llegado donde más se necesita, durante todas las horas del día y todos los días del año”, también en la pandemia.
Desde la perspectiva de la transición ecológica como palanca de cambio, Llardén ha explicado a los accionistas “el total compromiso de la compañía con la descarbonización, un desafío global, urgente e inaplazable”.
En febrero de 2021 ya adelantaron su compromiso de convertirse en neutros en carbono para 2040, algo que alcanzarán gracias a un plan de más de 50 proyectos de eficiencia energética. Por el momento, la iniciativa le ha permitido reducir las emisiones un 63,2% desde 2014, algo para lo que las infraestructuras de Enagás juegan “un papel fundamental”, ya que posibilitan la descarbonización de forma más eficiente y facilitan que, en su desarrollo a gran escala, los gases renovables alcancen un “precio competitivo”.
Asimismo, el presidente ha asegurado que el grupo “lleva años trabajando en proyectos de gases renovables tanto de hidrógeno verde como de biogás. Respecto al hidrógeno verde, ha destacado “tres palancas” para hacerlo competitivo: innovación y desarrollo de nuevas tecnologías más eficientes, emplear todo lo que ya está disponible para descarbonizar, y contar con una vía de financiación para hacer competitivo el hidrógeno verde en una primera fase.
En concreto, Enagás ha presentado un total de 55 proyectos (34 de hidrógeno verde y 21 de biometano) a las diferentes manifestaciones de interés para los fondos Next Generation de la Unión Europea. Algunos de ellos también son potenciales candidatos a ser proyectos de interés común de la UE (IPCEI).
Por su parte, Llardén se ha referido al biometano, un recurso energético poco conocido e infrautilizado en España, como una materia prima con “enorme potencial para la descarbonización y para el desarrollo de la economía circular, especialmente en las zonas más despobladas”. Enagás cuenta con proyectos de gases renovables en todas las comunidades autónomas por una inversión conjunta cercana a los 6.000 millones de euros.
Desde el punto de vista estratégico, el presidente de la energética ha subrayado la importancia de las tres grandes áreas de negocio de Enagás, que “guiarán” el futuro de la compañía en el medio plazo: los activos regulados en España, que cuentan con un marco regulatorio estable hasta 2026 y un futuro claramente vinculado a su contribución al proceso de descarbonización; los activos internacionales, que ya están sumando de forma importante a los resultados de la compañía; y la actividad en gases renovables.
Durante su intervención, el consejero delegado de Enagás, Marcelino Oreja, ha subrayado que la cotizada ha cumplido sus objetivos por decimocuarto año consecutivo, en un ejercicio “en el que muchas compañías sufrieron un grave impacto en sus números”.
En esta línea, ha explicado que han sido capaces de ejecutar todos sus objetivos, “e incluso superarlos”, gracias a cuatro factores principalmente: el funcionamiento de las infraestructuras, el control de gastos operativos y financieros, la aportación de 174,8 millones de euros de las participadas -casi un 8% más que en 2019-, y un resultado financiero positivo no recurrente de 18,4 millones de euros.
De igual modo, ha resumido los principales hitos de 2020, entre los que se encuentran el inicio en noviembre de la operación comercial del gasoducto europeo Trans Adriatic Pipiline (TAP), una “infraestructura clave para la diversidad y seguridad energética europea”, tras más de cuatro años de construcción.
De manera paralela ha explicado el desempeño de Tallgrass Energy, que ha permitido repartir dividendos por valor de 91 millones de dólares este 2021, con cargo de 2020. Precisamente, esta alcanzó una alianza estratégica con Bridger Pipeline, filial del grupo True Companies y segundo mayor operador de ductos en la cuenca de Bakken, para crecer en el mercado estadounidense.
Por último, ha resaltado la necesidad de seguir avanzando en innovación y digitalización como principales palancas de cambio y crecimiento, “más necesarias que nunca en el contexto actual”.