Es una incógnita cuándo dará un respiro la pandemia, pero lo que los expertos dan por seguro es que lo hará. Lo que añade incertidumbre es la percepción de que España ya contaba con ciertos desequilibrios en su estructura económica, por lo que aún tiene tareas por hacer para que el tejido productivo se fortalezca […]
NacionalDirigentes Digital
| 26 abr 2021
Es una incógnita cuándo dará un respiro la pandemia, pero lo que los expertos dan por seguro es que lo hará. Lo que añade incertidumbre es la percepción de que España ya contaba con ciertos desequilibrios en su estructura económica, por lo que aún tiene tareas por hacer para que el tejido productivo se fortalezca y pueda aprovechar la recuperación del consumo.
En una jornada organizada por la Asociación de Periodistas de Información Económica, la Universidad de Alcalá de Henares y el Observatorio de Realidad Financiera, varios analistas observaron los retos de la economía nacional. El director general de Economía y Estadística del Banco de España, Óscar Arce, advirtió de que esta crisis está teniendo un impacto desigual: “Las empresas pequeñas lo están pasando peor en facturación y empleo”.
En ese aspecto, Arce cree que pueden darse “consecuencias desiguales duraderas”. No obstante, el representante del Banco de España puso el foco sobre la situación que viven los jóvenes que, tal y como señala, también fueron los más perjudicados de la anterior crisis. “El sistema educativo español no prepara a los estudiantes para un trabajo acorde a sus aptitudes”, reflexiona, por lo que ve como prioritaria una reforma educativa.
En concreto, Arce apuesta por “adaptar los currículums académicos a las necesidades del mundo empresarial”. A la incapacidad descrita por Arce para que la Universidad ayude a los jóvenes a incorporarse al mercado laboral, se añade otra situación característica de la estructura económica española: “Los jóvenes están sobrerrepresentados en las industrias más afectadas por la pandemia”.
La conclusión del experto es que se dan condiciones para que en España se dé un uso excesivo a los contratos temporales que, precisamente, afectan más a la población joven. Dadas las circunstancias, España y Francia son los países en los que este colectivo destina más ingresos al alquiler, por encima del 30%. A pesar de esa situación, el alquiler representa “prácticamente la única alternativa habitacional”.
Todo ese panorama lleva a Arce a deducir que “no hemos hecho los deberes”, sobre todo en lo que compete al mercado de trabajo y a las políticas activas de empleo. La dinámica del mercado laboral también tiene relación con la política fiscal, que comprende aspectos tan diversos como el control fiscal y la sostenibilidad de las pensiones. Arce cree que “aunque consiguiéramos elevar nuestra tasa de empleo, tendríamos un panorama complejo” y que “las generaciones futuras tendrán que hacer frente a un necesario proceso de consolidación fiscal”.
Otro de los expertos que participó en la jornada fue Santiago Carbó, Catedrático de Análisis Económico en la Universidad de Granada y Director de Estudios Financieros de FUNCAS. Carbó anticipa un “escenario cambiante”, sobre todo en la segunda mitad de este año en la que crece la “necesidad de recuperar el tejido empresarial dañado”.
“Por eso hemos hecho tanto énfasis en distinguir entre empresas viables y no viables”, comenta Carbó. Esta aclaración tiene sentido en el contexto de importantes ayudas públicas que se han prestado a empresas y familias. “Conforme avanza la situación hay que ir siendo más selectivo”, admite el catedrático.
En su opinión, “no es justo decir que no se ha hecho nada”, aunque reconoce que otros países “han podido hacer más”. Ante la llegada de los fondos de recuperación, Carbó también observa un aviso por parte de la Unión Europea para avanzar en las reformas pendientes. “Habíamos hecho menos que otros países los deberes antes de esta pandemia”, argumenta. “Si no hacemos reformas lo vamos a pasar mal”, advierte.
A diferencia de Arce, incide en el papel del sector financiero, que en su opinión “puede sufrir, pero aún no lo hemos percibido”. En este momento, medidas como las moratorias hipotecariaso la lluvia fiscal está evitando que la morosidad haga su aparición, pero Carbó anticipa que “el sector se va a tener que enfrentar a esto en otoño y recibirá un impacto notable”.
Para Carbó, hay razones para pensar que España puede recuperarse mejor de lo que prevén la mayoría de proyecciones económicas: “España incumple las expectativas negativas y positivas”, dice con sorna. En parte, vincula la evolución económica a lo que pase con el turismo y a que el verano sea “razonablemente bueno”.