La eurozona finaliza este año con cuestiones que tendrá que solucionar con la entrada en el 2019. Todo ello en un escenario en el que la posibilidad de un aumento de las tensiones en los mercados emergentes, la creciente inquietud en torno a la sostenibilidad de la deuda y las tensiones comerciales, planean grandes retos, […]
NacionalDirigentes Digital
| 07 dic 2018
La eurozona finaliza este año con cuestiones que tendrá que solucionar con la entrada en el 2019. Todo ello en un escenario en el que la posibilidad de un aumento de las tensiones en los mercados emergentes, la creciente inquietud en torno a la sostenibilidad de la deuda y las tensiones comerciales, planean grandes retos, tal y como explica un informe elaborado por el Banco Central Europeo (BCE).
En los mercados financieros siguen acumulándose vulnerabilidades, en un contexto de focos de valoraciones elevadas y de compresión de la prima de riesgo a escala global. Y es que la incertidumbre tanto política como económica, provocada por variables como la preocupación de los mercados de gasto público, se ha intensificado en los últimos meses.
El Brexit es un ejemplo de ello, ya que supondría “un riesgo para la estabilidad financiera”, explican desde el BCE. A la inestabilidad producida por el Reino Unido se le une la preocupación por los planes presupuestarios de Italia.
En cuanto a los precios mundiales de los activos, podría producirse una reversión brusca de las primas por plazo de los bonos de referencia a nivel mundial, que podrían expandirse en la eurozona.
MEJORAS EN LAS ZONA EURO
A pesar de ello, se pueden encontrar aspectos positivos, como el crecimiento de la economía y la mejora de la capacidad de resistencia del sector bancario, que han continuado respaldando el entorno de estabilidad financiera de la zona euro.
Además, determinados episodios de volatilidad no se han propagado al conjunto del sistema financiero global. Al mismo tiempo, los riesgos a la baja para las perspectivas de crecimiento mundial se han acentuado desde mayo, “debido al resurgimiento del proteccionismo y a las tensiones en los mercados emergentes“.
ESPAÑA PRESENTA “UNA BANCA FUERTE”
La Comisión Europea (CE) y el Banco Central Europeo (BCE) consideran que el sector financiero español presenta solvencia y liquidez: “Valoramos particularmente el refuerzo del sector financiero español”, afirmó Mário Centeno, presidente del Eurogrupo.
No obstante, advierten de que hay riesgos para el crecimiento económico. “Los riesgos para el crecimiento incluyen un crecimiento global y de la UE más bajo de lo esperado, el proteccionismo y las tensiones comerciales, precios del petróleo más altos de lo esperado y tipos de cambio del euro, incertidumbre política externa e interna, política monetaria e incertidumbre sobre el impacto macroeconómico de algunas medidas políticas“, se desprende de un informe elaborado por ambos organismos.