Uno de los países más ricos del mundo, con una de las economías más prósperas, caracterizado por tener unos niveles de desempleo y corrupción muy bajos, cuenta con una importante infraestructura industrial en sectores clave como el petróleo, gas natural o mariscos. En el ámbito de las tecnologías de la información y las telecomunicaciones (TIC), […]
NacionalDirigentes Digital
| 23 abr 2019
Uno de los países más ricos del mundo, con una de las economías más prósperas, caracterizado por tener unos niveles de desempleo y corrupción muy bajos, cuenta con una importante infraestructura industrial en sectores clave como el petróleo, gas natural o mariscos. En el ámbito de las tecnologías de la información y las telecomunicaciones (TIC), sus buenas condiciones medioambientales hacen de Noruega un lugar proclive para albergar los mayores centros de datos “verdes”. De hecho, se ha convertido en un referente a nivel mundial.
La creciente demanda de intercambio de datos y almacenamiento de información en la nube ha desembocado en la necesidad de construir espacios cada vez más amplios para albergarlos y procesarlos. Según Innovation Norway, el volumen de datos que se produce en el mundo cada semana ya es mayor al que la humanidad ha generado en los últimos mil años.
De cara a conseguir los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), el sector de las TICs brinda el potencial necesario para lograrlos. Mediante la adopción de soluciones tecnológicas sostenibles se puede contribuir a la eficiencia económica y energética. Pero las instalaciones que almacenan la información en la actualidad consumen más energía de la que pueden utilizar grandes países al precisar unas condiciones especiales de temperatura y humedad. La energía renovable juega un importante papel además de reducir las emisiones de carbono.
En este sentido, las condiciones medioambientales de este país escandinavo son idóneas para albergar estos centros de datos. Un hecho que se debe a que desde finales del siglo XIX, el desarrollo industrial ha caminado de la mano de la energía hidroeléctrica. Por lo que en este marco se conjugan tres ingredientes: el clima, los recursos hidráulicos, además de la temperatura del agua que son idóneos para mantener el enfriamiento natural de los servidores. En definitiva, tecnología pionera unida a óptimas condiciones climáticas para caminar hacia un mundo más sostenible.