La digitalización, la retención del talento, el aumento de la productividad y el bienestar de los empleados son algunas de las ventajas que ponen sobre la mesa los defensores de la semana laboral de 4 días. Pero a esos factores hay que añadirles una lectura sosegada de sus detalles y la letra pequeña que encierran.

De momento, algunas son las empresas en España como Telefónica o Desigual, que, con distintas iniciativas y enfoques, han iniciado este camino, el de reducir la jornada laboral a cuatro días semanales. Sin embargo, el inicio de un programa piloto en 2022 a nivel gubernamental dará el pistoletazo de salida a esta propuesta.

PROPUESTA JORNADA LABORAL DE 4 DÍAS

Se trata de una iniciativa pactada entre Más País y el Ministerio de Industria que se pondrá en marcha en 2022, con retraso incluido y que contará con una partida de 10 millones de euros y de la que, en noviembre, se conocerán más detalles.

En este caso se trata de una jornada laboral de cuatro días químicamente pura: no habrá reducción de sueldo y sí ayudas que irán desde 2.000 a 3.000 euros por trabajador para empresas que no superen los 250 empleados. A él se sumarían unas 160 empresas y unos 3.000 trabajadores de forma inicial.

Es muy similar al proyecto auspiciado en la Comunidad Valenciana y que también se pondrá en marcha en los próximos meses. En ellas se contempla la bonificación para las horas que no se trabajan e incluso para posibilitar la incorporación a la plantilla de nuevos trabajadores.

PROYECTOS EN MARCHA DE LAS EMPRESAS

Pero esta no es, al menos la propuesta que ya han implementado tanto Desigual como Telefónica en su semana laboral de 4 días. En el caso de la empresa textil la reducción de lunes a jueves y un día de teletrabajo viene acompañada de una reducción del 6,5% del salario frente al 13% de las horas de trabajo. Se ha producido, además tras una votación de toda la plantilla, en la que esta opción ha sido la preferida entre el 86% de los empleados.

Mientras, Telefónica ha puesto en marcha otro programa piloto en este octubre al que solo se han adherido 156 empleados a la jornada laboral de 4 días a la semana de los 18.000 a los que estaba destinado, 15.000 de ellos en convenio, menos del 1% del total. Se trata de un programa hasta diciembre para no trabajar los viernes y conlleva una reducción de sueldo proporcional, aunque se reduce al 15% en lugar de al 20% que les correspondería. Y su volumen de trabajo se acomodará a esos cuatro días y no los cinco habituales. Y también se contempla dos días de teletrabajo.

A pesar de estas modalidades, lo cierto es que los expertos no consideran que este sea el momento adecuado para llevar a efecto en España una medida de este tipo, en pleno proceso de recuperación. Para Funcas, el mercado de trabajo español no es el apropiado con el gran peso de la industria y los servicios, frente a niveles elevados de digitalización que se necesitarían para ponerlo en marcha.

Hay además dos factores que se unen como posibles desventajas: a pesar de que el aumento de productividad es uno de sus alicientes, no lo sería en España, donde los niveles se colocan por debajo de la media comunitaria. Tampoco por el tejido empresarial con una inmensa mayoría de pymes donde el trabajo no se puede delegar.

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