Banco de España (BdE) Ante el menor crecimiento previsto por el BdE para 2023 frente al Gobierno: 1,4% frente al 2,1%, el gobernador de la entidad, Pablo Hernández de Cos destaco en su comparecencia en el Congreso sobre los PGE para el año que viene que no ve posibilidad de que se recupere ahora el […]
NacionalDirigentes Digital
| 04 nov 2022
Ante el menor crecimiento previsto por el BdE para 2023 frente al Gobierno: 1,4% frente al 2,1%, el gobernador de la entidad, Pablo Hernández de Cos destaco en su comparecencia en el Congreso sobre los PGE para el año que viene que no ve posibilidad de que se recupere ahora el PIB anterior a la pandemia, con esa progresión esperada de la economía. Así, retrasa la recuperación al primer trimestre de 2024.
También llama la atención sobre la subida generalizada de las pensiones conforme al IPC, recordemos, la partida más elevada de los PGE 2023, tal y como ha ocurrido en años precedentes. Considera que la indexación, ligar las prestaciones al IPC en un momento como el presente, elevará estructuralmente el gasto, engordará la deuda pública y las cuentas lo padecerán a futuro con nuevos ajustes.
La institución considera que los Presupuestos Generales del Estado para 2023 continúan la línea de los anteriores, con fuerte presión fiscal sobre el tejido empresarial que sobrepasará el 11% del PIB, en un año en el que tan solo prevé un crecimiento del 1,2% En España, frente al punto superior en que lo estima el Gobierno, en su cuadro macroeconómico.
Considera que los gastos están infravalorados, mientras que estiman que el nivel de ingresos puede ser inferior al previsto en las cuentas públicas del próximo ejercicio. Llaman la atención sobre el elevado déficit estructural, una de las rémoras que nos perseguirá tras la crisis y no descartan signo negativo en el crecimiento del empleo si la economía crece menos de los que estiman en la Moncloa. Y destacan su sorpresa ante la ausencia en las cuentas de medidas encaminadas a la mejora de la eficiencia en el gasto público.
Estiman que los PGE 2023 refuerzan la dinámica de la inflación de la economía española, mientras destacan que esa presión empresarial que visualiza nos aleja de la media comunitaria, ya que sigue creciendo desde 2019, frente a los niveles por debajo del 10% en la media de la Unión Europea.
Como punto de partida, desde la organización empresarial consideran que los PGE 2023 no son, ni mucho menos, realistas y no se adaptan al momento actual que vive la economía española. Por tanto, su idea primigenia es que las cuentas deberían “devolverse” porque no generan la confianza que los presupuestos requieren. De hecho, los califica como “imprudentes e insolidarios”. Las razones que argumenta es que, a lo que se espera sea un año de los comicios generales, el Gobierno los toma como un arma electoralista, que termina por no solucionar los problemas que tiene España. Sobre todo, porque, en ningún caso, contiene medidas para reducir el déficit público.
En especial, porque nos encontramos ante una realidad económica claramente incierta, con riesgos muy presentes, como la inflación y la crisis energética derivada, de incierta duración. Entre los asuntos concretos, están de acuerdo desde el Círculo en las medidas temporales para los colectivos más vulnerables, siempre que estén focalizadas, y sean “temporales y selectivas”.
Pero echan de menos en los PGE 2023, la falta de la deflactación de la tarifa del IRPF en el contexto actual de pérdida aguda, incluso del 10%, de poder adquisitivo por la elevada inflación que persiste. También destacan lo que consideran “inseguridad jurídica” entre el sector empresarial que está generando en el ámbito corporativo la falta de concreción en las nuevas medidas impositivas.
Desde la Autoridad avalan el cuadro macroeconómico del Gobierno y aunque parecen discrepar sobre el papel en términos de crecimiento, desde el organismo lo niegan al tener en cuenta lo que llaman el crecimiento nominal, contabilizada la inflación: el Gobierno prevé más crecimiento y la AIReF, mayor inflación, de ahí que la diferencia final sea solo de una décima: 5,9% de la Autoridad y 6% del Gobierno incluyendo ambas.
Eso sí, consideran “infrapresupuestados” los ingresos, pero también los gastos, en especial de los relacionados con nuevas medidas anticrisis que los PGE 2023 no recogen. Y quizá lo más llamativo es la “recesión técnica” que no real dicen, que auguran, con crecimiento negativo en el último trimestre de este año y el primero del próximo.