La publicidad es un factor muy importante a la hora de influir en las decisiones de un cliente potencial. Y es que solo en el punto de venta esto ‘facilita’ la elección de un producto en 87% de los consumidores, tal y como se desprende de una encuesta elaborada por el comparador Acierto.com. Es más, […]
NacionalDirigentes Digital
| 07 feb 2019
La publicidad es un factor muy importante a la hora de influir en las decisiones de un cliente potencial. Y es que solo en el punto de venta esto ‘facilita’ la elección de un producto en 87% de los consumidores, tal y como se desprende de una encuesta elaborada por el comparador Acierto.com. Es más, nueve de cada diez compran productos no planificados “solo porque se encuentran en un lugar atractivo de la tienda, o porque se sienten atraídos por la oferta, aunque no la necesiten”.
En este escenario, los departamentos publicitarios han ido afianzando su estrategia en base a los nuevos tiempos. Una de las variables que más influencia ejerce son las redes sociales, que se han convertido en herramientas clave para darse a conocer e interactuar con las audiencias y, sobre todo, para segmentarlas y conocerlas. “De hecho, la cantidad de datos que lanzamos a la red con nuestros hábitos de navegación resulta, en cierto modo, espeluznante”, explica el documento.
Todos estos esfuerzos van encaminados a que, finalmente, una persona elija una empresa determinada entre otras muchas. Para ello, es indispensable ganarse su confianza. Y es que, variables como la trayectoria de una marca o la experiencia implican un mejor posicionamiento en el cliente.
Uno de los aspectos más importantes es que el consumidor se familiarice con la marca. Por ejemplo, a través de los anuncios televisivos. Esto es tan efectivo que, para más del 60%, el spot aumentó su confianza hacia la entidad y le indujo a comprar. Son muchas las marcas que han conseguido este objetivo, tales como Cola Cao, Coca Cola, Casa Tarradellas, La piara o Chocolate Valor. También ocurre, sobre todo, en el sector automovilístico, tecnológico y limpieza, con marcas como Fairy.
No obstante, el departamento de publicidad debe saber enfocarse en el tipo de confianza que más convenga a la empresa. Según Carlos Puig Falcó, presidente de Brandward, existen varias clases: La confianza funcional, “entendida como el modo en que la marca entrega su promesa”; la confianza relacional, referente a la interacción entre la marca y el consumidor, “capturando aspectos como comunicar honestamente y responder a las preocupaciones de los clientes valorando sus opiniones”; y, por último, la confianza basada en la aportación de valor, “que refleja el alineamiento de la marca con un propósito mayor, como tratar bien a los empleados o contribuir a un valor social”.
Con todo ello, las entidades están centradas en conseguir que el consumidor vuelva a creer en ellas, y para ello, deberán encauzar sus estrategias para conseguir esto aunque, para los expertos, “es un largo camino”.