El objetivo de sostenibilidad que Repsol se marcó está saliendo caro a sus cuentas. Si en 2019 alcanzó pérdidas de 3.800 millones de euros, en 2020 los números rojos ascienden a 3.289, si bien la compañía espera no tener que volver a hacer ajustes verdes, a lo que se suma el descenso del valor de […]
NacionalDirigentes Digital
| 18 feb 2021
El objetivo de sostenibilidad que Repsol se marcó está saliendo caro a sus cuentas. Si en 2019 alcanzó pérdidas de 3.800 millones de euros, en 2020 los números rojos ascienden a 3.289, si bien la compañía espera no tener que volver a hacer ajustes verdes, a lo que se suma el descenso del valor de sus activos a causa de la crisis.
La evolución negativa de las materias primas ha influido en los inventarios de Repsol. Así, la valoración de dichos inventarios se redujo en 978 millones de euros. Por otro lado, en lo que la compañía energética llama "ejercicio de prudencia financiera", se ha hecho una evaluación de los precios futuros del crudo y del gas. En consecuencia, los activos de Exploración y Producción registraron unos números negativos de 2.911 millones de euros.
No obstante, estas cifras no preocupan al consejero delegado de Repsol, que cree que los resultados demuestran "solidez" en su proyecto tras afrontar un "escenario sin precedentes". Asimismo, defiende que su compañía contribuya "a un mundo más descarbonizado", a pesar del impacto en las cuentas de la multinacional energética.
Los resultados a los que se acoge Repsol para defenderse son los 600 millones de euros que ha obtenido de su negocio. Por ello, utiliza el resultado neto ajustado para justificar la gestión, toda vez que las cifras reales son de miles de millones de pérdidas.
En ese sentido, alude a que la cotización media del crudo Brent cayó un 35%, con mínimos que llegaron a 15 dólares por barril en abril, mientras que la del gas Henry Hub bajó un 19%. Según explica Repsol, el descenso de la demanda no hizo cambiar su estrategia a la compañía, que mantuvo sus instalaciones en funcionamiento.
En todo caso, las pérdidas de Repsol no impiden que se haya acordado proponer dividendos con cargo a 2020, ignorando los más de 7.000 millones de euros en pérdidas que acumula en los dos últimos años.