Tras las críticas vertidas por las patronales Asociación Española de Banca (AEB) y Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), por el subgobernador del Banco de España, Javier Alonso, y el consejero delegado de BBVA, Carlos Torres Vila, este miércoles le ha llegado el turno al Banco Santander de oponerse a los planes fiscales que […]
NacionalDirigentes Digital
| 25 jul 2018
Tras las críticas vertidas por las patronales Asociación Española de Banca (AEB) y Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), por el subgobernador del Banco de España, Javier Alonso, y el consejero delegado de BBVA, Carlos Torres Vila, este miércoles le ha llegado el turno al Banco Santander de oponerse a los planes fiscales que baraja el Ejecutivo.
Aprovechando la presentación de sus resultados correspondientes al segundo trimestre de 2018, el consejero delegado de la entidad, José Antonio Álvarez, ha respondido a una pregunta en la rueda de prensa pronunciándose acerca de la intención del Gobierno de crear un impuesto que grave a la banca para financiar el aumento del gasto público.
“Creo que no se debería tasar, poner impuestos, a las rentas no generadas, creo que no es una buena práctica”, ha asegurado Álvarez, que ha destacado que “si nosotros perdemos dinero como consecuencia de tener el centro corporativo en España, no debería ponerse un impuesto, ni a nosotros ni a ninguna empresa sobre rentas no generadas”.
El consejero delegado también ha resaltado la necesidad de evitar la doble imposición. “Nosotros tenemos un 36% de tasa fiscal, que en algunos sitios es del cuarenta y tantos, como en Brasil, si sobre los dividendos que traemos de Brasil tenemos una tasa fiscal o un nuevo impuesto en España, obviamente pues no me parece, utilizando una palabra inglesa, fair (justo), y además podría llevar a las multinacionales españolas a no ser tan multinacionales o a pensar su estructura legal”.
Álvarez también ha hecho mención a la posibilidad de crear impuestos al trabajo, a lo que ha contrapuesto que “lo primero es crear empleo y, a ser posible, empleo de calidad, medido por su sostenibilidad en el tiempo y por unas buenas condiciones laborales, por lo que penalizar esto tampoco me parece una buena idea”.
Por último, el consejero delegado de Santander ha asegurado que “la fiscalidad debe ser pensada de forma que no produzca efectos colaterales no deseados sobre el crecimiento económico, sobre el empleo y que no genere incertidumbre a los operadores”