En respuesta a la pandemia de COVID-19, el presidente Donald Trump en un discurso a la nación desde la Casa Blanca anunciaba el miércoles por la noche que su administración implementaría nuevas restricciones de viaje, prohibiendo los viajes desde 26 países de Europa a Estados Unidos desde el viernes a medianoche y durante 30 días, […]
NacionalDirigentes Digital
| 12 mar 2020
En respuesta a la pandemia de COVID-19, el presidente Donald Trump en un discurso a la nación desde la Casa Blanca anunciaba el miércoles por la noche que su administración implementaría nuevas restricciones de viaje, prohibiendo los viajes desde 26 países de Europa a Estados Unidos desde el viernes a medianoche y durante 30 días, con la excepción de los vuelos desde Reino Unido.
El presidente suspende la entrada de la mayoría de los extranjeros que hayan estado cualquier país europeo en cualquier momento durante los 14 días anteriores a su llegada programada a Estados Unidos.
La orden no se aplica a los residentes permanentes legales o los familiares inmediatos de ciudadanos estadounidenses, pero habrá restricciones de viaje para los estadounidenses excepto para los que “se hayan sometido a las evaluaciones médicas apropiadas”. La administración Trump dijo que estaba preparando procedimientos de “detección mejorada” para los pasajeros estadounidenses que regresan de Europa afectados por el coronavirus.
El presidente instó a los estadounidenses a renunciar a viajes innecesarios, de hecho, él mismo decidió cancelar sus próximos eventos en Colorado y Nevada. “La acción inteligente de hoy evitará la propagación del virus mañana”, dijo durante su discurso. “Cada uno de nosotros tiene un papel que desempeñar en la derrota de este virus”.
La Casa Blanca añadió que las restricciones a Europa coinciden con las impuestas a las personas que regresan de China desde principios de este año e Irán. El gobierno estadounidense ya había impuesto previamente restricciones de viaje a China, que es la más afectada por el virus.
A pesar de la férrea medida, Trump no declaró un estado de emergencia durante su discurso. Hasta el miércoles Estados Unidos ha confirmado alrededor de 1.200 casos de coronavirus en todo el país. A medida que el número de contagios continúa creciendo, los funcionarios estatales han declarado varios estados de emergencia y han pedido que se cancelen grandes eventos, como manifestaciones políticas y juegos deportivos, al menos durante las próximas semanas. La NBA anunciaba el miércoles por la noche que suspende la temporada de baloncesto porque un jugador ha dado positivo.
Todo en un momento en el que la Organización Mundial de la Salud ya ha declarado el coronavirus una pandemia.
Donald Trump dijo que usaría su poder ejecutivo para avanzar con distintas medidas y con ayuda financiera de emergencia para abordar la pandemia de COVID-19. De hecho la semana pasada firmó un proyecto de ley de gastos de emergencia de 8.300 millones de dólares. Ese dinero se destinará a investigar y desarrollar una vacuna contra el virus y a proporcionar equipos médicos a los trabajadores de la salud.
El miércoles Trump también expuso desde el Despacho Oval parte de su plan para abordar las consecuencias económicas y financieras de la pandemia.
Entre otras cosas, planea tomar medidas de emergencia para proporcionar ayuda financiera a los trabajadores que estén en cuarentena o que cuidan a otros debido al coronavirus. Agregó que le pedirá al Congreso que tome medidas legislativas para que proporcione capital y préstamos a las empresas afectadas por el coronavirus, con efecto inmediato. Añadió que está pidiendo al Congreso que aumente los fondos para este programa en 50.000 millones de dólares adicionales para ayudar a las empresas más afectadas por la incertidumbre económica que provoca el virus.
Donald Trump dijo que instruiría al Departamento del Tesoro para que “difiera los pagos de impuestos” sin intereses o multas a “ciertas personas y empresas afectadas negativamente”, aunque no definió qué empresas o individuos serían los beneficiados. La fecha límite para hacer la declaración de la Renta en Estados Unidos, el 15 de abril, podría retrasarse, aunque el presidente no dijo específicamente cuánto duraría esa extensión.
Trump comentó que las medidas agregarían 200.000 millones en liquidez a la economía.