Durante la crisis de la COVID-19, una gran proporción de personas empleadas se enfrentó a cambios en los patrones de trabajo, incluido la implementación del teletrabajo debido a las restricciones impuestas para erradicar el virus. En 2019, aproximadamente 1 de cada 20 (5,5%) personas empleadas de entre 20 y 64 años en la Unión Europea […]
NacionalDirigentes Digital
| 14 nov 2022
Durante la crisis de la COVID-19, una gran proporción de personas empleadas se enfrentó a cambios en los patrones de trabajo, incluido la implementación del teletrabajo debido a las restricciones impuestas para erradicar el virus. En 2019, aproximadamente 1 de cada 20 (5,5%) personas empleadas de entre 20 y 64 años en la Unión Europea solían trabajar desde casa, según Eurostat.
Ahora, la agencia de estadística ha publicado los datos concernientes a 2021 en el que se refleja que el cambio de tendencia no ha sido una cosa puntual. Así, en 2020, el 12,3% de los europeos trabajaba desde casa (+6,8 puntos porcentuales con respecto a 2019). Un año después hubo un nuevo aumento en la proporción de personas que trabajan habitualmente desde casa, alcanzando el 13,5% (+1,2 pp). En España, se ha duplicado la tasa, pasando del 8,4% de 2019 al 15,5% en 2021, aunque la subida importante se dio en 2020, ya que al año siguiente el aumento fue tan solo de 0,3 pp.
La proporción de personas empleadas en la Unión Europea que generalmente trabajan desde casa aumentó 8 puntos porcentuales entre 2019 y 2021. El aspecto más llamativo hace referencia al rápido aumento en la proporción de personas empleadas que trabajaban desde casa en varias capitales y regiones urbanas. En ‘Eastern y Midland’ (Irlanda) y en Estocolmo (Suecia), los aumentos fueron de +33,1 pp y +32,8 pp, respectivamente, lo que supone un aumento cuatro veces superior a la media de la Unión.
Dos de cada cinco empleados en la región de la capital de Suecia trabajan desde casa, siendo la zona de la Unión Europea donde más común es el teletrabajo. En Estocolmo, dos de cada cinco personas empleadas (40,5%) trabajaban normalmente desde casa en 2021. En segundo lugar, se encuentra Eastern y Midland, en Irlanda, con el 39,3% de las personas empleadas y, en el tercer puesto, Helsinki-Uusimaa, de Finlandia (37,0%).
Las otras siete regiones que completan las diez primeras posiciones son regiones que albergan capital, o regiones predominantemente urbanas de Bélgica, los Países Bajos y Alemania. Trabajar desde casa es menos frecuente en muchas de las regiones del este y sur de la UE. En 2021, había 43 regiones en las que menos del 5,0 % de las personas empleadas solían trabajar desde casa. Estas incluían las cuatro regiones de Bulgaria, todas menos una de las regiones de Croacia, Hungría y Rumanía (las únicas excepciones son las regiones que albergan a las capitales), la mayoría de las regiones de Grecia, varias regiones de Polonia e Italia, así como una región de Chequia, España y Eslovaquia.
Los Estados miembros de la UE muestran situaciones muy dispares entre las personas ocupadas que trabajan desde casa. En los Países Bajos, Suecia y Luxemburgo, más del 45% de las personas empleadas trabajaron desde casa en 2021, mientras que menos del 10% lo hizo en Bulgaria y Rumanía. En general, de 2019 a 2020, cuando comenzó la pandemia de COVID-19, todos los países registraron un aumento en la proporción de personas que trabajan desde casa. De 2020 a 2021, siguió aumentando en todos los Estados miembros de la Unión Europea, excepto en Polonia, Luxemburgo y Austria.
La magnitud del aumento del trabajo a domicilio refleja, al menos en cierta medida, la estructura económica de cada región, con mayores oportunidades de trabajo a domicilio para los empleados en los sectores profesional, financiero, de información y comunicación, educativo y gubernamental. Por el contrario, es probable que haya menos oportunidades de trabajo a domicilio para las personas empleadas en la fabricación o el comercio de distribución.
La proporción de personas empleadas que a veces o habitualmente trabajaban desde casa era del 24,4% en 2021. Esta proporción aumenta con el nivel de educación. En 2021, las personas ocupadas con un nivel educativo alto tienen más probabilidades de trabajar desde casa (43,9% de las personas trabajan desde casa) que aquellos con un nivel educativo bajo (6,4%) o medio (14,7%). Además, las mujeres con un nivel educativo bajo o medio tienen más probabilidades de trabajar desde casa que sus homólogos masculinos. Por el contrario, los hombres con un alto nivel de educación son más proclives que ellas a teletrabajar.