Un plan para asegurar la continuidad de España como referente turístico

Con el fin de impulsar una hoja de ruta que asiente las bases con las que promover la competitividad y sostenibilidad futura de la industria turística, ayer se presentó en la sede de la Confederación Española de Organizaciones (CEOE), en Madrid, el informe Plan de respuesta al sector turismo, elaborado de forma conjunta por Deloitte y CEOE. El documento presenta una visión holística e integradora compuesta por iniciativas con impacto en toda la cadena de valor, pero no trata de sustituir a la Estrategia de Turismo Sostenible de España 2030, sino que su objetivo es servir de agenda de transformación común e inspiración mediante medidas accionables en el corto y medio plazo.

En este escenario, el socio Director del sector de Transporte, Hostelería y Servicios de Deloitte, David Rodríguez, explicó que “el turismo se encuentra en una senda de recuperación positiva que se ve amenazada por una serie de factores”, por lo que resulta clave identificar palancas que contribuyan a mantener la recuperación del sector. Algunas de las amenazas más llamativas están relacionadas con el empleo. Es decir, a pesar de que la actividad está inmersa en un proceso de recuperación, el empleo no está siguiendo el mismo ritmo como consecuencia de la dificultad para atraer talento, lo que pone en riesgo la experiencia del viajero. 

De igual manera, el análisis también sostiene que “existe incertidumbre sobre una potencial desaceleración económica que impacte en el sector”. Debido a esto, las empresas han multiplicado su nivel de endeudamiento situándose en una posición “frágil”. Por ello, desde CEOE y Deloitte advierten de que a pesar de que existe una disponibilidad de fondos por parte de la Unión Europea, es clave que se establezca “un objetivo y visión comunes para que alcancen una transformación con impacto”.

Tres palancas de acción: demanda, oferta y facilitadores

En esta línea, el informe Plan de respuesta al sector turismo establece una serie de medidas planteadas desde un punto de vista medioambiental, social y económico, que están organizadas en torno a tres palancas, demanda, oferta y facilitadores. El impulso de la demanda es la primera de ellas y pretende emprender acciones que incentiven al viajero nacional e internacional a elegir España como su destino. Para lo cual, la fidelización del visitante se convierte en una pieza clave.

La transformación de la oferta se erige como la segunda palanca y, entre sus muchos objetivos, sobresale la importancia de alcanzar la consolidación de un país conectado. Para lograrlo proponen “hacer de España un hub de referencia mundial que establezca puentes con mercados clave a través de la conectividad aérea y la internacionalización de las empresas”, así como “impulsar las capacidades y ventajas competitivas de la industria en favor de su modernización, transformación, resiliencia y especialización, poniendo el foco en digitalización, sostenibilidad, innovación y desarrollo empresarial”.

Por su parte, el tercer elemento seleccionado por el documento destaca el desarrollo de facilitadores para lo que hace necesaria una gobernanza colaborativa, la reformulación del ecosistema jurídico y administrativo, y la construcción de un hub tecnológico, uno de las acciones más repetidas durante la sesión. En este sentido, su puesta en marcha estaría llamada a potenciar al conjunto del territorio como destino para la innovación turística convirtiéndolo así en un eje de atracción de talento con la puesta en marcha de nuevos modelos de negocio.