La inversión con criterios ESG está atravesando un punto de inflexión después de la oleada normativa vivida en los últimos años. Este sector se ha adentrado en un momento de pausa para reiniciarse. Por ello, hablamos con Úrsula García, socia de FinReg360 y experta en finanzas sostenibles.
¿A qué se debe este punto de inflexión que parece estar viviendo la inversión con criterios ESG?
Todo lo que tiene que ver con finanzas sostenibles ha vivido una avalancha muy relevante en materia normativa en los últimos años. Esto ha supuesto un cambio en la tipología de producto elaborado por las gestoras. En los últimos meses ha salido la consulta de divulgación de SFDR, que propone cambios bastante relevantes sobre cómo configuramos los productos sostenibles.
¿Por qué se ha iniciado esta consulta a las gestoras que supone una pausa en el desarrollo normativa?
En general, todo lo que se regula por primera vez es un reto. Surgió SFDR y se creó un efecto no buscado como fue la clasificación de los productos en artículo 8 y artículo 9. El reglamento de divulgación buscaba ser un documento de información y divulgación para que las gestoras informasen de cómo de sostenible era su fondo. Sin embargo, la industria tradujo todo esto en categorías.
Ante esto, y otras cuestiones que la industria estaba demandando, se plantea esta acción de modificación del reglamento SFDR. Una modificación que pasa a cuestionarse la propia clasificación de los productos, que hasta ahora separa a los fondos artículo 8 y 9. Lo que se propone son diferentes alternativas para crear productos sostenibles. Aunque, no hay que olvidar, que esto es bastante incipiente y habrá que ver cómo termina materializándose. Porque también se está proponiendo un sistema como el nutriscore que califique a los fondos por letras en cuanto a la sostenibilidad. Hay diferentes variables para avanzar en la clasificación futura de los fondos.
Otro aspecto fundamental en finanzas sostenibles ha sido la aprobación del ‘Green Mifid’ y que parece no encajar con la oferta de producto elaborada por las gestoras, ¿qué es lo que ha pasado?
La CNMV ha hecho una primera revisión y ha visto que muchos clientes contestan que no tienen preferencias de sostenibilidad y parece que lo que pasa es que los términos de sostenibilidad son muy técnicos. Esto hace que ni el asesor, ni el cliente estén familiarizados con todo esto.
Aunque, habrá que ver cómo encaja todo finalmente con la nueva clasificación de los fondos porque puede ser que se cambie también el cómo se pregunta a los clientes sobre sus preferencias de sostenibilidad. Aún estamos un poco lejos de ver esto convertido en una realidad.
Si nos vamos a la parte de gestión de activos, ¿cómo están afrontando las gestoras toda esta avalancha regulatoria?
En España, toda esta reclasificación de artículo 9 a 8 no ha impactado tanto porque se ha sido más exigente con los criterios. Eso sí, hemos vivido un proceso de aprendizaje en general. Las gestoras han tratado de adaptarse a toda esta regulación metiendo en el coeficiente de sus inversiones estos nuevos criterios, que van más allá de lo financiero y ponen un nuevo filtro. Pero, en general han sido cautas en ir adaptando toda la normativa. Ahora, el problema se encuentra más en la calidad de los datos para saber de dónde consiguen estos datos de sostenibilidad de las empresas en las que invierten.
Otro actor fundamental en toda esta regulación tiene que ver con las empresas cotizadas porque si ellas no reportan con exactitud todo lo que están haciendo es complicado que las gestoras puedan seleccionarlas, ¿qué regulación pueden tener que afrontar las compañías?
Con la nueva directiva de reporte de sostenibilidad se va a obligar a las entidades a tener que hacer reportes de estados de situación no financiera y se va a estandarizar un modelo. Con esto, las compañías tendrán que reportar sobre las propias incidencias adversas y otro tipo de datos. Esto va a ayudar a este problema de falta de datos y de calidad de los mismos. En general, se va a ir aumentando el nivel de información que tienen las entidades.
Tras las elecciones al Parlamento Europeo se espera que quizá el desarrollo de las finanzas sostenibles se paralice o vaya más lento, ¿qué puede pasar?
Es posible, aunque hay que ver qué agenda se va a seguir y la composición final del Parlamento. Es verdad que ha habido una creación de regulación muy rápida y es bueno que haya cosas que se asienten antes de seguir construyendo y desarrollando nuevas normativas. Quizá parar para revisar lo que no esté funcionando bien y así seguir avanzando. Pero, bueno es cierto que se ha parado en el avance de las finanzas sostenibles.
Por último, si miramos fuera de nuestras fronteras, ¿hay otros países en los que se vaya a avanzar en finanzas sostenibles?
El tema de la taxonomía ha empezado a calar en otras jurisdicciones como en Latinoamérica y también la clasificación de producto. En Estados Unidos se está viendo cómo se quiere ya clasificar los productos sostenibles, también se está viendo este movimiento en Reino Unido. Aunque Europa es el más ambicioso y pionero, el resto del mundo parece que también está apostando por todo este desarrollo.
2024-07-29 06:00:00