La máxima entidad monetaria nipona reconoce que el impacto del Covid-19 en la economía del país es cada vez más severo, pese a que “las respuestas políticas tomadas por el gobierno y el Banco de Japón han estado ejerciendo algunos efectos positivos”. Sin embargo, a la vista del impacto económico y del deterioro de las posiciones financieras de las empresas, ha decidido poner en marcha nuevas iniciativas.
Así las cosas, la reunión de la entidad se ha saldado con la decisión de aumentar aún más la relajación monetaria a través de nuevas compras adicionales de bonos del gobierno japonés y de letras de descuento del Tesoro. No hay que olvidar que, hasta el momento, esta compra estaba condicionada a no superar los 80 billones de yenes anuales. Ahora no existirá límite. Otra de las decisiones ha sido la de aumentar el límite para la adquisición de bonos corporativos y papel comercial hasta el tope de 20 billones de yenes. Esta decisión supone casi triplicar la compra de este tipo de deuda.
Además, con el objetivo de ayudar a pequeñas y medianas compañías, el BOJ ha suavizado las reglas de garantía para acceder a su programa de liquidez.
El banco central japonés también ha revisado a la baja su estimación de crecimiento para la economía del país en un entorno en el que “las exportaciones y la producción industrial han disminuido”, mientras que el sentimiento empresarial se ha deteriorado. De este modo, estima que el PIB se va a contraer entre el 3 y el 5% en el actual ejercicio fiscal nipón, al tiempo que también ha rebajado sus expectativas de inflación para situarse entre un -0,7 y un -0,3%.
2020-04-24 17:39:20
