En una semana marcada por las temperaturas más calurosas de la historia documentada, analizamos si el buen tiempo del que disfrutan actualmente los mercados, en particular en el terreno de la inflación, podría arruinarse con el retorno de las perturbaciones duraderas procedentes de los bancos centrales o de factores físicos imposibles de prever con exactitud, pero cuya influencia ya no se pone en duda.
A primera vista, los datos publicados recientemente sobre la inflación estadounidense del mes de junio volvieron a ser tranquilizadores, ya que confirmaron un descenso incluso mayor de lo previsto: 3 % en la lectura del IPC, frente al 4 % de mayo, y 4,8 % en la lectura de la inflación subyacente, frente al 5,3 % el mes anterior.
El efecto de base de los precios de la energía tiene un gran peso en la caída de la inflación total y debería seguir siendo favorable durante los próximos meses, al igual que la evolución de los precios de los alimentos. Los hogares son especialmente sensibles a estos dos factores, lo que debería contribuir a moderar las expectativas de inflación de los consumidores. Desde este punto de vista, la Reserva Federal de EE. UU. (Fed) puede comenzar a respirar.
Más tranquilizador aún es que la inflación subyacente —menos volátil— comienza a beneficiarse plenamente de la moderación de los precios de los alquileres (o del equivalente del precio de los alquileres para los propietarios), cuyo efecto se dejará sentir también durante todo el segundo semestre. Por último, la inflación subyacente de los servicios (menos vivienda), escrutada con una atención especial por la Fed, también está cayendo de forma muy clara.
La mayoría de las bolsas dieron la bienvenida a estos datos con alzas significativas y las curvas de rendimientos se relajaron después de un arranque de mes en sentido contrario. Así pues, soplan vientos de caída de los rendimientos en los mercados este verano. ¿Serán duraderos?
No perdamos de vista las borrascas. En primer lugar, los bancos centrales han expresado recientemente un discurso muy firme en relación con la inflación. Así, la Fed, por ejemplo, ha mantenido desde hace algunas semanas un discurso que parece entrar en contradicción con los reconfortantes datos que nos deja la inflación de los precios al consumo. ¿Va a cambiar el paso de nuevo y suavizar su discurso? La respuesta la tendremos al término de su próxima reunión de política monetaria los días 25 y 26 de julio, pero sería sorprendente que abandonara la clara postura combativa que tanto le ha costado asentar. Por otro lado, la entidad ha dado a entender que preferiría correr el riesgo de parecer demasiado restrictiva durante algún tiempo que aflojar precozmente la presión, sobre todo en un contexto en el que el empleo no preocupa.
Otro factor de inflación claramente menos clásico podría venir a perturbar la calma a medio plazo: el clima. A juzgar por los estudios llevados a cabo por las grandes instituciones económicas, se acepta que el calentamiento global debería tener un efecto inflacionista considerable durante los próximos años que el BCE cifra entre el 0,32 % y el 1,18 % anual. Este riesgo, que tiene un componente estacional, resulta difícil de cuantificar y preocupa sobre todo a largo plazo, pero también se manifiesta a corto plazo. Así, el BCE calcula que la ola de calor de 2022 aportó alrededor de un 0,7 % a la inflación de los precios de los alimentos en Europa y que dichos sucesos extremos deberían tener un efecto inflacionista próximo al 1 % en 2035 o, lo que es lo mismo, un porcentaje importante de la tasa de inflación a largo plazo.
La excepción
El imperio solitario. Mientras que en todo el mundo se combate contra la inflación, existe un país donde no hay rastro de ella desde hace años. ¿Japón? No, su inflación actual es del 3,2 %. Se trata de China, donde los precios aumentaron un 0 % y apenas unas décimas más en su versión subyacente: un 0,4 %. ¿El banco central chino debería marcarse un whatever it takes para reactivar la inflación? De hacerlo, podría agravarse la presión bajista sobre su moneda, que ya es fuerte desde hace dos años. El Imperio del Centro está entre la espada y la pared.
2023-07-18 08:44:46