La senda de los mercados está marcada estas sesiones sin duda por la crisis energética. Y es que en un contexto de escasez, el sector energético ha perdido en septiembre más un 9% y las commodies como el gas y el petróleo se han disparado. Ello se refleja en la electricidad y por tanto, en una elevada inflación.
Un buen ejemplo de ello es España que debido a nuestra gran dependencia de gas natural y de la electricidad, el INE ha señalado que el IPC de nuestro país llegó en el mes de septiembre al 4%, algo que no veíamos desde el año 2008.
El miedo instaurado ahora entre inversores y mercados es que los bancos centrales puedan endurecer su política monetaria, hasta ahora ultra acomodaticia, para intentar solucionar esta situación.
En Asía, y pese a diversos datos que corroboran la continuada recuperación económica post-covid, sus índices hoy se han teñido de rojo ante este nerviosismo y teniendo en cuenta que la crisis de Evergrande sigue resonando en los parqués ante el miedo de un contagio.
Además, debemos de tener en cuenta que ayer los índice de Wall Street también cerraron a la baja.
Edoardo Fusco Femiano, analista de mercado de eToro, profundiza en la evolución de los mercados. «Lo que más confianza nos deja en esta fase es la baja volatilidad y, paradójicamente, la ausencia de presión compradora sobre los llamados «activos refugio». En particular, el componente de bonos a corto plazo, tanto europeos como estadounidenses, continúa mostrando debilidad, como el oro. Tradicionalmente, estas clases de activos encuentran buenas compras en las fases de alta volatilidad y baja visibilidad en los mercados de renta variable, lo que confirma en este momento la idea de que la actual es básicamente una toma de beneficios tras un rally que vio a los índices de renta variable estadounidenses cerrar en positivo durante siete meses consecutivos», explica el experto.
2021-10-01 15:41:38
