«El sistema monetario es muy dependiente de decisiones políticas»

La atracción por lo económico llega en muchas ocasiones a través de conversaciones pedagógicas, libres y ricas en amplitud cultural. Ignacio Moncada es de esos analistas que atrapan, que argumentan y refutan con pleno conocimiento. Joven y perspicaz, esboza inteligencia en cada uno de sus comentarios.

¿Qué le apasiona del mundo de la economía y los mercados?

El estudio de la economía y del mercado no deja de ser el estudio de cómo las personas, con sus virtudes y sus defectos, actúan en sociedad. ¿Hay algo más apasionante que eso?

El mejor momento de su carrera.

En 2011 tuve la oportunidad de hacer las maletas para irme a cumplir un sueño: trabajar en el sector financiero en Nueva York. Allí viví seis años, pero ninguno como esos primeros meses en los que todo era nuevo y emocionante.

¿Y el peor?

Salí de la universidad en 2009, probablemente el peor año posible. La economía colapsaba y las oportunidades eran escasas. Afortunadamente, me surgió la oportunidad adecuada antes de terminar la carrera, pero muchos amigos no tuvieron tanta suerte.

Dígame cuál es el mayor defecto de la industria financiera…

El problema es que el sistema monetario y crediticio actual es excesivamente dependiente de decisiones políticas. Esto provoca la acumulación de errores de inversión sistemáticos que hacen oscilar a la industria financiera entre un excesivo optimismo y la depresión.

¿Qué ha aprendido de esta profesión que aplica a su vida?

Warren Buffett dice que un inversor debería actuar como si sólo pudiera tomar 20 decisiones de inversión importantes en su vida. Eso te obliga a ser selectivo y a pensar muy bien cada una de esas decisiones. Es una mentalidad que podemos aplicar a otros aspectos de nuestra vida.

¿Y viceversa?

La economía conductual enseña el peligro que tiene caer en el sesgo de confirmación: el error de dar por buena la información que apoya nuestras opiniones y desechar la que las pone en duda. Es una lección que procuro aplicar también en el trabajo.

Si no se hubiera dedicado al mundo financiero, ¿qué le hubiera gustado ser?

Probablemente montar un negocio. Tal vez sea lo que me depara el futuro.

Un pensamiento antes de acostarse.

“¿Qué cosas de mi entorno pueden ir mejor y qué puedo hacer yo para mejorarlas?”

¿Consigue desconectar de este mundo?

Afortunadamente tengo intereses muy variados. Dedicarles tiempo de manera recurrente te ayuda a desconectar del trabajo.

¿Cuál es su principal hobby?

Tengo muchos, pero si tuviera que escoger uno sería leer. Intento leer al menos un libro cada semana.

Un libro que siempre recomendaría.

“Pensar rápido, pensar despacio”, de Daniel Kahneman. Nos muestra los errores de decisión sistemáticos que todos cometemos.

Una canción que no se cansa de escuchar.

Sultans of Swing, de Dire Straits.

¿Y una película que nunca le aburre?

Cadena perpetua. Mucha gente no sabe que está basada en una novela corta de un gran escritor: Stephen King.

¿A qué lugar nunca se cansa de ir?

A Nueva York, la segunda mejor ciudad del mundo. A la primera no hace falta que vaya porque ya vivo en ella: es Madrid.

2018-07-10 21:17:58

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