El ‘lado bueno’ del hundimiento del petróleo

A vueltas con el exceso de oferta, la relativa debilidad de la demanda, las dudas en torno a la economía de China y, este viernes, con el desembarco de la producción iraní más pronto que tarde (se especula con que las sanciones se levantarán en cuestión de días), el petróleo acumula pérdidas superiores al 6%, y no está solo, el resto de commodities le acompañan en su particular via crucis.

Una situación que ha puesto en jaque a muchos emergentes productores de materias primas, con Rusia a la cabeza, y está comenzando también a hacer "daño" a los grandes, como Arabia Saudí. Al mismo tiempo, la inestabilidad de este mercado se ha propagado a los de renta variable, ante el desplome de la industria energética, y, como no podía ser de otra forma, al de divisas, donde las monedas asociadas a las commodities se han depreciado con fuerza.

En medio de esta vorágine cuesta encontrar el lado positivo, pero "haberlo haylo". En primer lugar, los países importadores y el consumidor, tanto las cuentas soberanas como los "bolsillos" de la gente corriente reciben con alivio este descenso.

Por ejemplo, este mismo viernes, el gobernador del Banco de Japón (BoJ por sus siglas en inglés), Haruhiko Kuroda, ha destacado que "el descenso en los precios del crudo tiene efectos positivos para la economía nipona". Matizando, eso sí, que en este momento se valora el impacto de la caída de los precios externos sobre las perspectivas de inflación.

Y es que, tal y como explica, Charles de Quinsonas, co-gestor del fondo M&G Emerging Markets Bond, Asia es la economía ganadora de esta situación (con ciertas excepciones), junto con algunas economías en desarrollo, como Turquía, Sudáfrica y Brasil, o Hungría, Polonia y República Checa en Europa.

Con todo, reconoce que "las divisas y las materias primas (ex. petróleo) actúan como canales de contagio, tirando de los precios de los activos de los mercados emergentes hacia abajo, y complicando las decisiones de inversión de cara al año que acaba de comenzar".

En este sentido, Capital Economics reconoce que tanto la magnitud, como la duración, de la caída de los precios del crudo han superado con creces sus expectativas. "Y cuando más tiempo persiste, más difícil es argumentar que este declive será netamente positivo para la economía estadounidense", como ejemplo de país importador. 

Lógicamente, una menor valoración debería haber impulsado el crecimiento real a través de la reinversión del dinero ahorrado por el consumidor en su factura energética, sin embargo, de momento no ha sido así…

"El gasto nominal de los hogares en gasolina se ha reducido en 115.000 millones desde mediados de 2014. Es cierto que la inversión en otros bienes y servicios ha crecido en 670.000 millones en el mismo periodo, pero este incremento ni si quiera logra igualar los 715.000 millones de aumento en la renta disponible", explican estos expertos.

Eso sí, el ahorro personal ha ascendido en 120.000 millones, "lo que sugiere que los consumidores han guardado hasta el último centavo ahorrado en gasolina". 

hemeroteca

Add a comment

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *